"Emblemático bar con mucha historia en el barrio de La Asunción". Así comienza el anuncio publicado en el portal inmobiliario Idealista que ha llamado la atención de muchos usuarios. Se trata del local del antiguo Volapié, como ha podido confirmar lavozdelsur.es en una conversación con una persona que es parte de la propiedad de un negocio que lleva cerrado desde 2022.
La publicación del anuncio en Idealista hace ahora especular a la ciudadanía sobre qué pasará ahora con el mítico Volapié, en qué se convertirá. En unos años en los que la globalización y la gentrificación acaban con los negocios de barrio, no sería de extrañar que este trozo de historia y de cultura pasara a formar parte de alguna franquicia de comida rápida.
En el citado anuncio, se especifica que el local cuenta con 156 metros cuadrados, 150 metros útiles, distribuidos en dos plantas. Respecto a su estado, cuenta que está a reformar, tiene dos escaparates y un precio de 250.000 euros.
Este mítico bar jerezano era regentado en su última época, desde 2015, por Manuel Lara, hermano del cómico Luis Lara, que continuó así el legado de su padre, Luis de Pacote. Aunque en sus inicios quien estaba al frente era Antonio Roldán, el establecimiento pasó posteriormente cuatro décadas en manos de la familia Lara, que lo convirtió en lugar de referencia y en señal de identidad para el barrio.
El Volapié se encontraba en un entorno único, lugar de residencia de muchos grandes artistas flamencos jerezanos, como La Paquera, el propio Luis de Pacote, Fernando Terremoto o el Capullo de Jerez, que era de hecho cliente asiduo del Volapié.
Este bar era, así, uno de los emblemas del barrio, y fue durante años escenario de muchos cantes espontáneos. Sus mollejas y su menudo eran parte de su identidad, y hacían las delicias de los vecinos de La Asunción y de quien acudía de visita.
En 2022, de pronto, los vecinos de la barriada se encontraron con las puertas cerradas, sin ningún aviso que lo notificase. En Google aparecía como cerrado permanentemente, y los dueños no confirmaron el cierre del establecimiento.
Se perdía así un pedazo de la historia del barrio, un escenario donde generaciones de jerezanos se han encontrado para compartir vivencias y para escuchar de vez en cuando a alguno de esos artistas arrancarse espontáneamente.
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