El proyecto cultural que el empresario Fulgencio Meseguer (propietario, entre otras empresas, de la bodega Cayetano del Pino) desarrolla en el palacete de la Condesa de Casares (siglo XIX), en la plaza de la Asunción, toca a su fin, en lo que a la reforma del edificio se refiere. El propio Meseguer señaló a lavozdelsur.es que espera que "este mismo mes de marzo" estén definitivamente terminadas las obras que se han llevado a cabo en el inmueble casi durante los dos últimos años. Incluso, preguntado al respecto, estima que la sucesión de temporales que está viviendo Jerez no influirá en la conclusión de las obras. Eso sí, a principios de abril el empresario cuenta con que Endesa instale un centro de transformación que necesita para el normal funcionamiento de este proyecto.
"A partir de ahí, de lo que se trata en los próximos meses es de 'vestir' el palacio por dentro", señaló el propio Meseguer, además de ir concretando propuestas y contenidos para todo el centro cultural. La idea con la que actualmente trabaja Meseguer es la de que el centro esté listo para abrir sus puertas al público en septiembre. El eje central del complejo será el museo del vino de Jerez, que estaría acompañado por seis salas multiusos que estarán preparadas para acoger pequeños eventos de todo tipo, caso de conferencias, presentaciones, exposiciones, conciertos, etc. La oferta se complementará con el regreso de Las Cuadras, un espacio de hostelería y ocio que volverá a abrir sus puertas totalmente remozado, incluido el patio interior.

El proyecto, queda dicho, no contempla ningún tipo de uso hotelero, aunque fue una de las opciones que se barajó en un principio. Meseguer reconoce que realizar "un hotel boutique" fue una de las opciones que estuvo sobre la mesa, pero que se desechó por un par de razones, de muy distinta índole, por cierto. De un lado, el propio empresario entiende que la arquitectura interior que había que hacer para adaptar el edificio a un uso hostelero era, en sus propias palabras, "excesiva". Esa palabra la usa no en términos económicos, al contrario, la utiliza reconociendo implícitamente que la adaptación para hotel hubiera sido al final una pérdida de patrimonio para Jerez. Meseguer entiende que se trata de un edificio que debe ser disfrutado por todos los jerezanos y que, la mejor manera, ha sido precisamente preservando al máximo el edificio, tanto en el interior como en el exterior y desistiendo de cualquier propuesta hotelera.

La inversión total del centro cultural ascenderá finalmente a casi 6 millones de euros, según ha dado a conocer Meseguer. Esta cantidad incluye todos los conceptos, desde la compra del propio palacete de la Condesa de Casares, a las obras de reforma y adaptación al centro cultural y la adquisición tanto de mobiliario como de distintos bienes que formen parte de la exposición permanente del museo del vino de Jerez.