22 de abril de 2023: un golpe seco alertó al alba a los vecinos de la zona de Teatinos, en Málaga capital. Una mujer, de 42 años y de nacionalidad colombiana, falleció en el acto al estamparse contra el piso después de caer desde una sexta planta.
Este lunes ha comenzado el juicio en la Audiencia Provincial de Málaga contra el principal acusado, un hombre de nacionalidad serbia, propietario del inmueble, que contrató sus servicios como prostituta y que, en un momento determinado, supuestamente, la agredió hasta acabar lanzándola por el balcón del piso.
Ante el tribunal, el procesado ha asegurado con insistencia, tras negar los hechos por los que la Fiscalía pide 14 años de prisión, que él "nunca ha puesto la mano encima a una mujer".
El acusado reconoció haber consumido grandes cantidades de alcohol y drogas el día en que ocurrió el suceso, aunque aseguró recordar claramente lo sucedido en el interior del inmueble. Ante el jurado reiteró en varias ocasiones: "yo no le hice nada a la mujer".
Por su parte, la defensa del acusado, a cargo de la letrada María Jesús Yáñez, argumentó ante el jurado popular que la víctima pudo haber caído al vacío como consecuencia de alguna maniobra imprudente o accidental, y solicitó la absolución del procesado al considerar que se trató claramente de "un accidente".
La Fiscalía pide 14 años de cárcel por homicidio
En contraste, la Fiscalía sostiene que se trata de un homicidio con agravante de superioridad, dada la complexión física del presunto criminal. Por ello, solicita que el acusado sea condenado a una pena de 14 años de prisión y, posteriormente, a 10 años de libertad vigilada tras cumplir la condena carcelaria.
Según el relato de la acusación, la mujer acudió a la casa del acusado, quien creyó erróneamente que ella planeaba atacarle y robarle junto a otras personas. En ese momento, según el fiscal, el hombre habría reaccionado con "especial violencia y agresividad", presuntamente golpeándola e incluso clavándole un cuchillo debajo de la mandíbula.
La víctima, según la versión acusatoria, atemorizada y tratando de proteger su vida, salió al balcón y se sentó sobre el pasamanos "ya fuera por decisión propia o porque la obligara a ello el acusado". Es entonces cuando, según el fiscal, el hombre "decidió acabar con su vida" y, tras vencer la resistencia de la mujer que se aferraba al balcón con fuerza, la habría lanzado al vacío.
El acusado afirma que "sintió miedo" y niega haber atacado a la mujer
En su declaración, el acusado admitió que en algún momento pensó que la víctima estaba compinchada con otras personas para hacerle daño, por lo que corrió hacia la puerta para evitar un posible ataque. "Yo sentí que alguien empujaba la puerta y que le habían hablado", relató. En ese instante tomó un cuchillo y permaneció en la puerta hasta la llegada de la Policía porque "tenía miedo", rememorando además un episodio similar vivido años atrás en Alemania.
El acusado explicó también al jurado que golpeaba la puerta con el cuchillo para alertar a posibles atacantes y que desde ese momento no volvió a ver a la mujer.
"Me sentí aliviado cuando llegó la Policía", afirmó ante el tribunal, insistiendo en que cooperó en todo momento con los agentes y enfatizando que él "no es un maniaco sexual" y jamás ha agredido a una mujer.
La Fiscalía destacó, finalmente, que el acusado habría aprovechado tanto el uso del cuchillo como su notable superioridad física —ya que mide 1,89 metros y pesa 120 kilos, frente al 1,51 y 70 kilos de la víctima— para impedir que la mujer pudiera defenderse eficazmente. Mientras tanto, la defensa reiteró que su cliente tenía sus facultades afectadas el día de los hechos por el consumo de alcohol y cocaína.