La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha alertado este viernes sobre la creciente escalada de violencia en los centros penitenciarios andaluces y ha exigido al Gobierno un refuerzo urgente de las medidas de seguridad para proteger al personal funcionario.
En un comunicado, el sindicato ha condenado el último episodio ocurrido esta madrugada en la cárcel de Alhaurín de la Torre (Málaga), donde cuatro funcionarios resultaron heridos mientras trataban de reducir a un interno violento.
El preso había ocasionado destrozos en su celda, rompiendo la ventana a patadas y puñetazos y provocando un cortocircuito vertiendo "agua en los enchufes". Aunque también destrozó el colchón e inundó la celda.
CSIF ha recordado que este tipo de incidentes no son aislados, y ha citado como ejemplos recientes la agresión a un médico y a un funcionario en la prisión de Alcolea (Córdoba) a comienzos de marzo, los ataques sufridos por varios trabajadores en el centro penitenciario Puerto I hace unas semanas, o la pelea multitudinaria en El Acebuche (Almería) en febrero, que involucró a 87 internos.
Según la organización sindical, la violencia sigue en aumento debido a la “inacción de Instituciones Penitenciarias”, a la que acusan de ignorar reiteradamente sus advertencias.
Déficit de personal y falta de recursos
CSIF también ha denunciado el déficit de personal en las cárceles andaluzas y ha reclamado una relación completa de puestos de trabajo para cubrir las necesidades actuales de los centros.
Además, ha manifestado su preocupación por la escasez de recursos materiales, y ha exigido la actualización de los medios coercitivos, como el uso de pistolas táser, para poder hacer frente a situaciones “muy complejas y peligrosas” que, según apuntan, son cada vez más frecuentes en el sistema penitenciario andaluz.