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Las sillas de playa invaden Málaga: esperas de hasta 12 horas para ver los tronos

La Policía Local intenta disuadir a las personas que han cogido sitio de esta forma para hacer más llevaderas las horas

Las calles de Málaga, repletas de sillas de playa durante la espera a la salida de las procesiones.
Las calles de Málaga, repletas de sillas de playa durante la espera a la salida de las procesiones.
17 de abril de 2025 a las 19:06h

La Semana Santa de Málaga cuenta con multitud de seguidores. Los más devotos, no les importa pasar horas y horas esperando en la acera para ver a las hermandades en primera fila. Este Jueves Santo, cientos de personas han ocupado desde primera hora de la mañana las aceras de calles como Carretería y Tribuna de los Pobres para asegurarse un sitio privilegiado. Aunque aún faltaban 12 horas para el inicio de las procesiones, no han dudado en desplegar sus sillas de playa para pasar la espera lo más cómodamente posible.

Desde el inicio de la calle Cisneros hasta la plaza de la Constitución, el panorama es similar: aceras llenas de sillas plegables alineadas en primera fila. El objetivo de no es otro que asegurarse una vista perfecta del paso de los tronos, un momento esperado con devoción.

Una polémica que se repite cada año

Esta práctica no está exenta de críticas. En redes sociales, se han difundido imágenes de estas escenas que provocan indignación entre quienes llegan más tarde y se encuentran con las mejores ubicaciones ya ocupadas. "¿Se tomarán medidas ante esta falta de respeto?", protestaba una usuaria visiblemente molesta por la situación.

Pese a que está prohibido, la colocación de sillas particulares en la vía pública se ha convertido en una tradición informal que desafía cada año las ordenanzas municipales. El Ayuntamiento de Málaga prohíbe expresamente el uso de mobiliario casero para reservar espacio en la vía pública durante las procesiones, pero la norma se incumple de forma generalizada.

Refuerzo policial para evitar el uso de sillas ilegales

Para hacer frente a esta costumbre cada vez más extendida, la Policía Local de Málaga ha recibido instrucciones para disuadir a quienes coloquen sillas de plástico o de playa en puntos estratégicos. En esta ocasión, los agentes han reforzado su presencia en zonas como Carretería, Especerías y Cisneros, donde es muy habitual el uso de este remedio contra el cansancio.

La imagen es inevitable. Residentes de distintas barriadas llegan con sus sillas plegables, las instalan con antelación y solo las recogen si los agentes les instan a hacerlo. Una práctica que sigue generando tensión entre quienes defienden su derecho a esperar sentados y quienes denuncian una apropiación indebida del espacio público. 

Sobre el autor

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Patricia Merello

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