Un libro conmemora el aniversario del símbolo.
La Fundación Osborne presenta el libro que conmemora el 60 aniversario de uno de los símbolos más reconocibles de las carreteras españolas, como es el Toro de Osborne. La obra, que recoge la historia de los últimos 60 años de vida de la valla de carretera más famosa de España, está realizada en colaboración con la Fundación Santa María la Real y con el Toro como protagonista indiscutible. El libro cuenta con una selección de fotografías realizadas por el reconocido fotógrafo Pau Barroso que ha recorrido toda España capturando con su cámara imágenes para el recuerdo colectivo.
"Para mí el Toro de Osborne representa pasión y esa pasión es la que me ha llevado a recorrer más de 90.000 kilómetros por tierra, mar y aire para retratar todos y cada uno de los toros que están actualmente en pie en España", indica al respecto Barroso. El libro lo firma el historiador Jaime Nuño González, que además dirige el Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real. En él, González muestra una retrospectiva de la compañía, su origen y evolución generando la oportunidad de conocer más sobre la compañía y su marca más reconocida.
"El Toro es una figura poderosa que se relaciona con el alma y con la esencia de lo hispano, por ello, fue un acierto para Osborne recuperar esa figura y ponerla libre en las carreteras", explica el historiador. El libro se puede adquirir tanto online como en los más de 190 puntos de venta que la Fundación tiene en toda España, además de en las tiendas que tiene Osborne en sus Bodegas de Mora de El Puerto y de Malpica de Tajo (Toledo).
Esta iniciativa se enmarca dentro de las actividades de celebración del 60 aniversario de la colocación de la primera valla del Toro de Osborne, en 1957. Desde entonces, el Toro de Osborne diseñado por Manolo Prieto, se ha convertido en una imagen única en la historia del diseño, reinterpretado en las últimas décadas por artistas de renombre internacional como Salvador Dalí, Keith Haring, Richard Avedon, Helmut Newton o Annie Leibovitz. Es por eso que en 1997 el Tribunal Supremo reconoció el valor histórico, estético y cultural de la valla publicitaria.
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