Todavía se recorre el camino que pasa por el barrio de Jarana, en Puerto Real, y uno, vaya en tren o en coche, no puede evitar quedarse pasmado ante unas construcciones como salidas de otra latitud del planeta. Las casas iglús de la BahíadeCádiz son cuatro bienes inmuebles catalogados como representaciones pintorescas de la arquitectura moderna (Movimiento Moderno —MOMO—) en la provincia de Cádiz. Una corriente caracterizada por el acero y el hormigón, y las formas sencillas y simplificadas.
Su historia cumple 70 años este 2025. Las también llamadas Casas del Ingeniero nacieron como una idea para resolver un problema de plena actualidad: el acceso a una vivienda digna. No es que hoy en día uno de los principales problemas de la sociedad española pueda solventarse con minipisos de 50 metros —en el País Vasco han propuesto transformar containers en viviendas públicas—, pero son un ejemplo de soluciones imaginativas a bajo coste a mediados del siglo pasado.

El sistema 'Vivienda Vicam', ideado como patente industrial por el ingeniero Luffini y llevado a proyecto arquitectónico por el arquitecto Joaquín Barquín Barón —que logró levantarlo en 1955—, "resolvía con una atrevida y rotunda forma semiesférica un programa familiar de tres dormitorios en una superficie construida de apenas 50 metros cuadrados", recoge la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía.
El proyecto se reconoce como alumbrado desde ''el afán de resolver el problema de la vivienda digna y a la vez económica para las clases media y obrera'', en una época de escasez y alto coste de materiales —como la actual—, y en él quedan patentes las influencias de experiencias similares de la época en torno a la vivienda aislada e industrializada, sueños como la Dymaxion House de Buckminster Fuller o la más cercana Casa CFS-2 (Casto Fernández Shaw).
"La forma —explica la descripción de estos bienes inmuebles tan singulares— se defendía como óptima para la evacuación del agua y el asoleo, y se resolvía constructivamente mediante una ligera lámina de ocho centímetros de hormigón armado ejecutada in situ, a la que se ensamblaban mediante colas de milano elementos como la base de unión a la cimentación, el gorro de aireación de cubierta o los huecos de puertas y ventanas, todos ellos prefabricados en taller con el mismo material".
Se construyeron originalmente cinco unidades, dos de ellas unidas, en terrenos que debían ser de muy bajo coste, apenas una décima parte de la vivienda, dejando siempre libre una amplia parte del mismo a modo de corral. Hoy pueden verse sus antenas parabólicas, los coches estacionados en sus zonas de aparcamiento, sus espacios ajardinados y, en general, un alto grado de conservación de unos iglús gaditanos incluidos en el Inventario de Bienes del Patrimonio Histórico Andaluz.