Desde Ecologistas en Acción explican que "un aliviadero es un tubo que alivia a los pueblos de las inundaciones, es decir, desagua en caso de lluvia intensa. Su construcción, de hecho, fue un acierto pues salvó a Sanlúcar de grandes inundaciones como ocurriera a principio de los años 80. Otras poblaciones tambien construyeron aliviaderos por el mismo problema. De hecho, Sanlúcar, como todos los pueblos, tiene un permiso de la Junta para abrirlas y desaguar sólo en caso de lluvias intensas".
Por otro lado, un arroyo pluvial es un pequeño río que suele tener agua en invierno. "Son espacios naturales que deben estar protegidos, y no se pueden cerrar o eliminar. Sus aguas deben salir limpias, sin basuras ni contaminación", detalla la organización ecologista, que adviere que ahora se encuentran cerrados "porque solo pueden abrirse con lluvia". Desde Ecologistas recuerdan que "el otro día, con las mareas de Santiago, se descubrió el pastel y salió a la superficie todo el cieno bajo la arena. Mientras no llueve, el Ayuntamiento trata de esconder la podredumbre con arena fina que salve el verano, rezando porque no llueva. Porque como llueva un día de estos, en pleno verano, estaremos ante un desastre incalculable", advierten.
El problema
La Plataforma Agua Clara nunca ha estado contra los aliviaderos, sino contra "el mal uso de los aliviaderos". El problema reside, según la organización, "en su deficiente estado, por lo que se vierten aguas residuales, fecales y contaminantes procedentes de viviendas y empresas ilegalmente conectadas a estos". En este sentido, recuerdan que "contaminar las aguas es ilegal, es un peligro para la salud, y es un delito medioambiental. Además, genera una imagen vergonzosa de nuestras playas y nuestro pueblo que influye trágicamente en nuestro turismo y economía, hasta el punto de recibir la queja no sólo de ciudadanos, vecinos y ecologistas, sino hasta de los propios hosteleros".
El 31 de julio, con las mareas de Santiago, salió a la superficie todo el cieno bajo la arena (frente al arroyo de San Juan). Sanlúcar está denunciada por la fiscalía provincial de medio ambiente y recibe constantes multas por verter ilegalmente aguas contaminadas, aseguran Ecologistas. "La última, de 20.000 euros, que hemos pagado todos los sanluqueños/as de nuestros impuestos. IU exigió información sobre cuándo y cómo ocurrió este episodio, y ni siquiera han respondido aún desde el Ayuntamiento", informan.
Además, exponen, "tenemos un tanque de tormentas construido para acabar con esos vertidos sin ningun uso conocido desde 2012, que costó 1,3 millones. Es indignante que paguemos por obras que no funcionan. Como también lo es que Aqualia cobre el 100% de una depuración que realiza a medias en nuestras facturas".
Aliviadores en otras zonas de la comarca
Ecologistas en Acción avisa de que en todos los pueblos hay aliviaderos y arroyos pluviales, pero no en todos son contaminantes. Por ejemplo, en Chipiona, antes de 2010, hubo dos episodios graves por contaminación en pleno verano en el aliviadero del monumento de la Luz de la playa de Regla. "La presión vecinal y ecologista empujó al Ayuntamiento a exigir a las administraciones la creación de una nueva depuradora en 2010 (con capacidad para depurar aguas cuatroveces su población) que tiene conectadas todas sus salidas de vertidos a la depuradora. Sus aliviaderos y arroyos solo tiran agua limpia. De hecho, ni una multa desde 2010 por ese motivo".
En el caso de Rota, hay un único aliviadero problemático, en la calle Écija, con vertidos en invierno, denunciado por ecologistas y vecinos. "El Ayuntamiento acaba de construir un emisario para verter mar adentro. Una solución a medias, y criticada, pero es un primer paso", expresa la oganización. En El Puerto Santa María hubo varias denuncias de vecinos y ecologistas en un punto de vertidos y tras varios expedientes sancionadores, desde 2014 se ejecutaron mejoras que los han aminorado. Aun así, advierten que "la gente ha seguido manifestándose y luchando por mejorar su pueblo".
En Barbate, recuerda, tienen la peor depuradora de Andalucía, que cuenta bandera negra cada verano. "Vecinos y ecologistas llevan años denunciando la situación a través de prensa y redes sociales, pero siguen a la espera de la construcción de una nueva depuradora", concluyen.
Así, para Ecologistas en Acción, "la situación de los vertidos ilegales es desigual, pero Sanlúcar y Barbate tienen las peores situaciones de contaminación de la provincia de Cádiz, con multiples multas y denuncias por vertidos en depuradoras y aliviaderos. Eso es una realidad demostrada científicamente". Por eso, dicen basta a "gastar dinero público en multas, denuncias y obras sin utilizar con nuestros impuestos".
La organización recuerda que "los vertidos al mar son un desastre para los pueblos, su salud, su medio ambiente y su economía". Ponen como ejemplo "los sucesos de Murcia, con playas cerradas la baño, nos deben hacer reflexionar sobre lo que puede suceder aquí un día futuro. Es un problema global que tenemos que atajar localmente, en cada pueblo". Así, sostienen que "el mal de los demás no puede servir de consuelo para nuestros problemas. Que otros pueblos tengan problemas no mejora nuestra situación. De hecho, sólo Barbate podría compararse, con una situación incluso peor".
Desde Ecologistas advierten que está demostrado que "no funciona es el chovinismo conformista de 'mi playa es la mejón' o 'a mi Sanlúcar no me la critiques' porque esa incapacidad de criticar los problemas de nuestro pueblo es lo que impide que exijamos a los gobernantes. De eso se nutren para no hacer absolutamente nada por mejorar la situación, más allá de anunciar en prensa la construcción de la nueva depuradora 7 veces ya, desde 2015, sin fecha de inicio aún".
Por eso, desde Agua Clara, "seguiremos luchando por mejorar nuestras playas, y recuperar un ciclo del agua público. Lo haremos tratando de sumar el mayor número de personas, más allá de su capacidad de movilización. Y lo haremos, como siempre, por amor a Sanlúcar. Porque queremos playas libres de vertidos, con arena blanca y aguas limpias todo el año, queremos barrios libres de malos olores, arroyos transparentes, y que nuestros impuestos sirvan para mejorar, no para pagar multas por ilegalidades".
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