El sindicato Ustea ha denunciado la "indolencia" de todas las administraciones públicas con el CEIP Virgen del Mar de Algeciras, un centro que, según detalla en una nota, se ha convertido en símbolo del abandono de la educación pública. El colegio lleva años esperando una reforma integral valorada en 1,8 millones de euros, contemplada en planes de infraestructuras que nunca se ejecutan. Mientras, conviven pilares con amianto, aulas prefabricadas en condiciones precarias y la ausencia de bioclimatización, según critica la organización.
Las aulas prefabricadas, llamadas "barracones de Afganistán" por la actual consejera de Desarrollo Educativo cuando era viceconsejera, se instalaron como solución temporal durante la construcción de un centro comercial adyacente, inaugurado en 2002. Dos décadas después, siguen en uso. Además, los pilares con amianto, que iban a ser retirados antes de 2022, permanecen sin encapsular, pese a que otros centros de la comarca ya adoptaron medidas de protección.

El sindicato también destaca que la situación se agrava con las inclemencias climáticas. "Durante estos días de clima inestable es especialmente doloroso ver el sombrajo del patio de infantil, que lleva años deteriorándose, que no da sombra ni sirve para guarecerse de la lluvia en estos días, y la ausencia de otra zona cubierta alternativa en el mismo recinto de infantil, ya sea vegetal o artificial", señala.
Condiciones dignas para los estudiantes
La Junta de Andalucía es responsable de las aulas prefabricadas y el amianto, pero el Ayuntamiento de Algeciras —gobernado por el mismo partido— tampoco ha actuado. José Ignacio Landaluce, actualmente en las filas del PP andaluz, ya denunció las carencias del centro en 2009, pero estas persisten e incluso se han agravado durante su mandato como alcalde.
Recientemente, el Consistorio anunció una inversión de 80.000 euros para pintura y rehabilitación menor, una cifra que no llega al 5% del coste de la reforma prometida. Para Ustea, esto evidencia que ninguna administración, ni siquiera las de igual signo político, está priorizando unas condiciones dignas para los estudiantes.
El sindicato exige a las autoridades que "traten con respeto" a la comunidad educativa y actúen para evitar que las imágenes del centro sigan siendo "comparables a las de países subdesarrollados". Mientras, el CEIP Virgen del Mar sigue esperando una solución.