Agentes de la Guardia Civil detuvieron este lunes a un hombre de 38 años en Chiclana tras una arriesgada persecución en un vehículo sustraído. El individuo, con un extenso historial delictivo de 30 antecedentes policiales, fue interceptado después de ignorar las órdenes de alto, protagonizar una huida temeraria y atentar contra los agentes, a quienes causó lesiones leves.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 13:30 horas, cuando un indicativo de seguridad ciudadana del Puesto Principal de la Guardia Civil avistó un monovolumen denunciado como robado esa misma mañana. El vehículo circulaba en dirección contraria por la CA-3205, cerca del centro de Chiclana. Al activar las señales luminosas y acústicas, el conductor aceleró bruscamente, iniciando una huida que puso en grave riesgo a otros usuarios de la vía.
Durante la persecución, el sospechoso realizó maniobras peligrosas, obligando a varios conductores a apartarse para evitar colisiones. En un momento crítico, giró de forma abrupta hacia una zona residencial, casi volcando, mientras continuaba su huida a alta velocidad. Un vecino que introducía su coche en un garaje tuvo que refugiarse ante el temor de ser embestido.
La carrera terminó cuando el fugitivo se adentró en un carril sin salida y frenó en seco, provocando que el vehículo patrulla impactara levemente contra la parte trasera del monovolumen. Inmediatamente, el hombre saltó una valla hacia una propiedad privada e intentó escapar a pie, dirigiéndose hacia la autovía A-48.
Los agentes lograron reducirle cuando intentaba cruzar corriendo los cuatro carriles de la autopista. En el forcejeo, el detenido se resistió, agrediendo a los oficiales y causándoles lesiones de carácter leve. Tras su captura, fue identificado como vecino de Chiclana, con un extenso registro delictivo.
El vehículo robado, según fuentes policiales, habría sido sustraído presumiblemente para cometer delitos contra el patrimonio en la zona. La Guardia Civil investiga si el detenido estaba vinculado a otros robos recientes en la comarca.
Los delitos que se le imputan
En la mañana de este martes, el hombre pasó a disposición judicial, aunque quedó en libertad con cargos. Se le imputan delitos de desobediencia grave, atentado a agentes de la autoridad, conducción temeraria y hurto de uso de vehículo.
El episodio ha reabierto el debate sobre la reincidencia delictiva en la zona, donde robos y huidas en vehículos sustraídos son frecuentes. La Guardia Civil ha reforzado los controles en las vías cercanas para prevenir nuevos incidentes.
Este caso refleja los riesgos a los que se enfrentan los agentes en intervenciones de alta tensión. Las autoridades recuerdan la importancia de colaborar con las fuerzas de seguridad y evitar obstaculizar sus labores, especialmente en situaciones de peligro para la ciudadanía.
