Eulalia Ramírez Jiménez tiene una calle con su nombre desde este jueves 13 de marzo. Chiclana, su municipio natal, le ha brindado un homenaje póstumo para conocer la trayectoria laboral de esta vecina que nació el 14 de mayo de 1930 y falleció el 12 de agosto de 1997.
En la barriada de Santa Ana, junto al Covirán La Ermita, se han reunido familiares y autoridades para llevar a cabo un evento enmarcado en la actividad ‘Calle con nombre de mujer’, en conmemoración del 8M, Día Internacional de las Mujeres.
El acto ha estado presidido por el alcalde de Chiclana, José María Román, y ha contado con la presencia de miembros de la Corporación Municipal, así como del Consejo Local de las Mujeres, y ciudadanía en general.
¿Quién es Eulalia Ramírez Jiménez?
Esta vecina vivió de pequeña en la calle Larga, por entonces llamada Padre Félix. Su madre era Eulalia Jiménez Castaño, también matrona y profesora en partos. A la edad de 16 años se quedó huérfana de padre y decidió ponerse a estudiar la profesión de la que le dio la vida. De esta forma, completó su formación de Matrona en Cádiz, en la Escuela de Enfermería.
Hizo las prácticas con su madre, acompañándola a las casas de las mujeres que se ponían de parto. Posteriormente, se fue unos años a trabajar a Bornos como matrona titular, puesto que en Chiclana las plazas disponibles estaban ocupadas. Ahí conoció al que sería su marido, con el que se casó y tuvo tres hijos, dos chicos y una chica.
Según recuerda el Ayuntamiento en una nota, volvió a su tierra tras quedarse una vacante y desarrolló su vocación el resto de su vida. En 1975 fue a Madrid para presentarse a unas oposiciones, que las aprobó con muy buena nota y desde entonces tuvo su plaza en propiedad.
"Hay que recordar que los tiempos eran muy diferentes. No solo trabajaba en las casas de bien de Chiclana, sino que también trabajaba en las afueras del pueblo, zonas no urbanizadas, en las que el suelo era fango cuando llovía y no eran zonas accesibles ni agradables. Estas zonas y muchas otras eran de chabolas, donde vivían personas muy humildes, que no tenían seguro médico ni dinero para pagar el servicio de una matrona, ni un transporte para trasladarla. No obstante, ella jamás dijo que no a nadie y de su propio bolsillo pagaba el taxi. Además, al día siguiente volvía para enseñar a las madres primerizas a bañar al bebé y a revisar que todo iba bien.", expresa el Consistorio.
Años después se compró su ‘Mobylette’ campera y trabajaba 365 días al año, 24 horas al día. Desde el ambulatorio de Jesús Nazareno, donde ella tenía su consulta de matrona, asistía a las mujeres, las reconocía y, si todo estaba listo, las enviaba al hospital para dar a luz.
Un homenaje a Eulalia
El Ayuntamiento de Chiclana ha rendido homenaje a Eulalia Ramírez Jiménez en un acto, en el que se descubrió la placa conmemorativa, el alcalde de la ciudad destacó la importancia de este reconocimiento a una mujer que se dedicó a una profesión normalmente accesible para mujeres. Además, subrayó la necesidad de seguir avanzando en igualdad laboral, señalando que las reclamaciones del 8 de marzo buscan eliminar la distinción de profesiones por género y romper los techos de cristal que aún persisten en la sociedad.
Eulalia Espejo Ramírez, hija de la homenajeada, expresó su agradecimiento por el reconocimiento y destacó el orgullo que siente por su madre. "Es un honor haber tenido una madre como la que tuve", afirmó visiblemente emocionada durante el evento, en el que se recordó la trayectoria de Ramírez Jiménez y su impacto en la comunidad.
Por su parte, la vicepresidenta del Consejo Local de las Mujeres, Catalina Doncel-Moriano, fue la encargada de leer una semblanza sobre la homenajeada. En su intervención, puso en valor la labor de Eulalia Ramírez Jiménez, destacando la gran cantidad de niños y niñas a los que ayudaron a nacer, el cariño que generó en su entorno y la huella imborrable que dejó como profesional y como persona.