Según fuentes de Europa Laica-Cádiz, aún en nuestros días cuando, según el CIS (octubre 2021), el 39,9% de los españoles se declara "no creyente" frente al 55,4% que manifiesta ser católico, en muchos centros educativos de titularidad pública, las actividades que incluyen símbolos de carácter religioso relacionados con las fiestas navideñas salen de las aulas de religión, para ser exhibidos en los espacios de uso común, espacios que deberían mantenerse libres de cualquier elemento o actividad con connotaciones religiosas, ya que la educación debe ser laica según proclama el Estatuto de Andalucía en su Artículo 21.2.: "La enseñanza pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica."
Así pues, se pueden encontrar en horario lectivo: colocación de belenes en pasillos, entradas y aulas comunes, belenes vivientes y otras representaciones e interpretación de villancicos de tradición religiosa en las que se pretende incluir a todo el alumnado curse o no la asignatura de religión. Todo ello vulnera, en muchas ocasiones, el derecho de las familias a que se respeten sus propias creencias o deseo de educar a sus hijos fuera del confesionalismo, ya que estas actividades suelen programarse sin la previa consulta a las familias.
Esta no es una celebración exclusivamente religiosa ni tiene en la religión su origen, ya que inicialmente tenían un carácter pagano. La Iglesia adoptó esta tradición mucho después e introdujo sus símbolos, pero originariamente se celebraba el solsticio de invierno.
En algunos casos, cuando algunas familias han comunicado al centro escolar su desacuerdo con que la celebración navideña tenga tintes confesionales, se han encontrado con que la alternativa ofrecida por la Dirección del colegio era la exclusión de sus hijos de las actividades, “tiene la total libertad de no traer a su hijo al colegio ese día” o “el niño estará en un aula aparte haciendo tarea”, han sido las respuestas que algún centro ha dado a unos padres a los que la ley les reconoce el derecho a que sus convicciones sean respetadas y a que la escuela pública esté libre de adoctrinamiento, especialmente en edades donde el desarrollo y la formación de la personalidad en los niños y niñas es materia sensible.
Europa Laica-Cádiz, subraya que las actividades y símbolos religiosos sólo deben tener lugar en el aula de religión, siendo exclusivamente los hijos de las familias que hayan escogido esta asignatura, los que participen en ellas.
La versión de una madre
"En relación a la noticia publicada estos días sobre la denuncia de Europa Laica a un colegio de Chiclana, me gustaría, como madre y docente que aboga por la escuela laica, dar mi versión de los hechos. Es el colegio de mi hijo. La noticia no se ajusta a la realidad de lo que ha ocurrido. No hay ningún belén, eso es falso. Lo que ha pasado es que hay una familia que no quiere que se canten villancicos en el centro. Todos los niños llevaron firmada la autorización de las familias, a excepción de una. El villancico se ensayaba en horario de religión, porque esa familia exigía que no se hiciera en otro horario (tanto los que hacen religión como los que no, mi hijo no la hace). Después, como su hijo se quedaba solo, denunció que se le excluía. La familia en cuestión exige que nadie cante un villancico, así como habitualmente exige que se cambien las cosas que no le gustan, para que se realicen a su manera. No aceptan otra manera de hacer las cosas que no sea la suya. Lo único que se ha hecho ha sido cantar un villancico, previa autorización de las familias".
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