La hermandaddelMedinaceli de Puerto Real, después de que la Virgen de la Trinidad procesionara el pasado Jueves Santo en un paso con ruedas, ante la falta de costaleras suficientes, aclara los motivos que llevaron a esta situación.
La cuadrilla de costaleras, tras pedir a la junta de gobierno que las acompañe una banda de música, aceptó las condiciones de la hermandad, que pasaba por recaudar la financiación por sus propios medios. Para ello, organizaron una tómbola benéfica.
En este asunto está la raíz del conflicto. En una reunión del pasado mes de junio, "no hubo acuerdo" sobre el reparto de fondos recaudados con la tómbola, reconoce la hermandad en un comunicado.
"Los representantes de la cuadrilla se retiraron de forma abrupta de la reunión, muy indignados por lo que consideraron una propuesta muy injusta. La propuesta de la junta de gobierno fue compartir los gastos de la verbena, es decir, tómbola, comida, bebida, actuaciones y demás gastos de la misma, para posteriormente repartirse entre cuadrilla y hermandad el 50 % de los beneficios", apuntan desde el Medinaceli.
"Este desacuerdo debería haberse tratado y resuelto dentro de la hermandad en conversaciones restringidas a nuestro ámbito. Sin embargo, pronto tuvimos noticias de que se estaban produciendo publicaciones en redes sociales por parte de algunas cargadoras, en las cuales se acusaba a la junta de gobierno de poco menos que querer quedarse con dinero que no nos correspondía y esto es falso", dice la junta de gobierno en el citado comunicado.
La cofradía sostiene que la cuadrilla de mujeres que carga a la Virgen de la Trinidad es "un ente dependiente, no independiente, de la hermandad del Cristo de Medinaceli y sujeta en todo lo que hace en nombre de la hermandad a la junta de gobierno que por elección es la legítima representante de la misma".
"Hubo comentarios muy ofensivos"
Las publicaciones en redes sociales, "algunas muy ofensivas hacia la junta en general e incluso hacia nuestro director espiritual, dieron lugar a la apertura de expediente a cinco de estas cargadoras que aún están en trámites de resolución", dice la hermandad.
La junta de gobierno del Medinaceli sostiene que "en los últimos meses, todas las costaleras menos las expedientadas han sido convocadas por tres veces para conformar la cuadrilla bajo la dirección de nuevos capataces. La respuesta a la propuesta fue casi nula e incluso nos presentaron exigencias por escrito suscritas por muchas de ellas, sobre quién debía ser la persona del capataz y que recaía en una de las expedientadas".
Y se pregunta la cofradía: "¿Cómo vamos a confiar en una persona que ha manifestado públicamente que no confía en la junta de gobierno de la hermandad? En este documento, además se expresaba una total desconfianza hacia la junta de gobierno y un juicio injurioso hacia el capataz designado".
"Ya no había margen de maniobra"
Desde el Medinaceli reconocen que la cuadrilla de costaleras se ofreció a cargar el paso el Viernes de Dolores, aunque "ya no había margen de maniobra, y además presentaban condiciones inaceptables". La junta de gobierno cree que estas personas, que "han dañado el buen nombre de la cofradía, y que no confían en la misma, no deben tener posiciones de responsabilidad tan primordiales como dirigir y ser los pies de nuestra titular".
La hermandad confiesa que han recibido ofrecimientos de dos cuadrillas de hombres, pero las rechazaron porque "seguimos contando con la cuadrilla de mujeres para ser los pies de la Virgen, estando muy agradecidos a nuestra cuadrilla por todo lo que ha hecho en el pasado por la hermandad y que ha sido mucho".
La cofradía también respalda a su director espiritual, Jesús Fabra Vega, criticado por las costaleras, al que define como una "persona de gran humanidad que cuenta con el cariño de todos sus parroquianos y con el que la vida de la parroquia se ha visto reforzada en los últimos tiempos".