Este miércoles, el astillero de San Fernando aprobó la realización de varias jornadas de "brazos caídos" y ha paralizado su actividad indefinidamente como protesta por el despido de un operario no habitual. El comité de empresa sometió a votación esta propuesta que salió ampliamente apoyada.
Desde el mencionado comité señalan que se ha tomado una decisión unilateral acerca del despido del trabajador y exigen conocer el informe laboral que recomendaba esta decisión.
Según informa La voz de Cádiz, el empleado formaba parte de las nuevas incorporaciones que había realizado Navantia este año. Al parecer, en el mes de mayo no superó la evaluación laboral de sus funciones, pero la intervención del comité de empresa consiguió que se le diera una segunda oportunidad. Ahora, la supuesta rescisión unilateral de su contrato, que ha tenido lugar este mismo miércoles, ha vuelto a poner en jaque a sus compañeros que no han dudado en movilizarse.
Así, este jueves han convocado una protesta frente a la sede de Navantia, llamando a la participación a los trabajadores de otros astilleros de la provincia. Su objetivo no solo es lograr la reincorporación de su compañero, sino también pedir el aumento de las plantillas, que en muchos casos están abordando importantes encargos con un número muy reducido de empleados o no tienen relevo generacional para los más veteranos, lo que pone en riesgo la viabilidad del trabajo futuro en factorías como la de San Fernando.
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