“Nos gustaría utilizar la energía que pueda utilizar la presa hidroeléctrica del embalse de Bornos, estamos muy interesados en tratar con la Junta de Andalucía la opción de volver a poner en funcionamiento la turbina de la presa que en este momento, y desde hace ya bastante tiempo, está averiada. La distancia de tres kilómetros entre el circuito y Bornos garantiza que no se puedan producir molestias a los vecinos por causa del ruido; este proyecto va a suponer una novedad en el mundo del motor, el circuito de velocidad Arcos Lagos tiene la voluntad de convertirse en el más ecológico del mundo, ya que reúne las condiciones para ello; va a contribuir al desarrollo de Arcos de la Frontera y de Bornos". Es lo que dice la voz en off femenina del vídeo que acompaña a esta información, realizado por la empresa Arcos Sun Invest, que impulsan dos inversores belgas, y que narra las ventajas para el entorno que puede suponer la construcción del circuito.
“Es todo cosmética, marketing y mentiras”, sostienen desde la Asociación Medioambiental Arcense Natura (Ama-Natura) en declaraciones a lavozdelsur.es. La organización ecologista es una de las que con más ahínco se opone a la construcción del trazado, presentando alegaciones, ya que la finca Las Hoces “está rodeada y a escasa distancia de espacios naturales protegidos por distintas normas, teniendo un impacto en todos ellos de magnitudes intolerables según lo dispuesto en la legislación que los protege”. Ama Natura apunta que en la zona se encuentran cuatro Lugares de Interés Comunitario (LIC), como son las colas de los embalse de Arcos y Bornos, el túnel III de Bornos y el río Guadalete, y que el previsible ruido que se producirá en las instalaciones perjudicará a especies protegidas como el águila pescadora, el aguilucho cenizo, el aguilucho lagunero occidental, la alondra totovía, el carbonero común, el carricero común o el cernícalo primilla, entre otros.
Los promotores apuntan, en Diario de Cádiz, que quizás no han sabido comunicar el proyecto para que no genere dudas, “ya que nos hallamos posiblemente ante el proyecto de circuito más sostenible en el mundo, algo que puede ser una referencia para el nuevo tiempo”, aunque desde Ama Natura, en declaraciones a lavozdelsur.es, lo desmienten: “No han querido explicarse, porque hemos hecho dos presentaciones públicas del circuito, en Arcos y en Bornos, y los hemos invitado a un debate, pero nunca han aceptado, siempre ha primado el oscurantismo”. El proyecto que impulsan Philippe y Laurent Jaspers, y que pretende convertir la finca Las Hoces —entre Arcos y Bornos— en un circuito de velocidad suma desde que se dio a conocer un buen número de partidarios y otro tanto de detractores.
Un coche circula por el circuito de Arcos, en una recreación en 3D.
Entre los primeros, los que aseguran que la inversión —entre 15 y 20 millones de euros— puede suponer un alivio para las tasas de desempleo que sufren las poblaciones de alrededor. Los segundos, aseguran que el paisaje sufrirá un impacto negativo y que los vecinos de la localidad bornense tendrán que aguantar el ruido y las molestias que pueda ocasionar la presencia de vehículos de gran cilindrada. La Junta ya paró momentáneamente la construcción del circuito cuando, a principios de marzo, determinó que, tras examinar el proyecto y el estudio de impacto ambiental presentados por Arcos Sun Invest podía suponer un impacto elevado sobre el paisaje que difícilmente podrá ser minimizado y generaría impactos visuales de relevancia, sobre todo sobre el núcleo de población de Bornos y sobre la Angostura de Bornos.
Desde entonces los inversores belgas Philippe y Laurent Jaspers vienen trabajando en una contrarréplica para intentar hacer ver al Gobierno andaluz que el proyecto es viable y que no repercutirá negativamente en el paisaje, hasta que el 12 abril lo presentaron a la Junta con una serie de modificaciones, como la conversión del circuito para uso de vehículos eléctricos (80%), híbridos y, esporádicamente, de gasolina (20%). La empresa quiere también crear pantallas vegetales para impedir que desde Bornos se pueda ver el trazado. La firma asegura, además, que se crearán unos 250 puestos de trabajo directos, y algunos más indirectos por los proveedores de materiales que tendría el circuito. Arcos Lagos será “laboratorio de las grandes marcas de automóviles que apuesten por la creación y mejora de nuevos modelos de coches eléctricos, que serán cada vez más ecológicos y sostenibles”, asegura la empresa en declaraciones a Viva Arcos. La idea es que el circuito solo acoja entre cuatro y ocho competiciones al año, además de jornadas de prueba de escuderías. Además, pretenden distribuir plantas y árboles —hasta unos 500 acebuches— por el perímetro de la finca para minimizar el impacto paisajístico.
La ubicación de Arcos Lagos, a escasos 700 metros de las primeras casas de Bornos y a 1,5 kilómetros de su Ayuntamiento, “molesta y no va en la línea de un desarrollo sostenible de la Sierra”, apuntan desde la asociación ecologista Ama Natura. Los inversores belgas aseguran que en la zona se desarrollará “el coche del futuro, limpio y ecológico”, lo que “traerá desarrollo y empleo”, un punto que ponen en duda los miembros de la plataforma que rechaza el circuito y que componen asociaciones, colectivos y ciudadanos particulares, e incluso el Ayuntamiento de Bornos, con su alcalde Hugo Palomares a la cabeza, quien insiste en las páginas de Diario de Cádiz que el proyecto “es una auténtica locura” y que la promesa de empleo “puede ser pan para hoy y hambre para mañana a cambio de limitar el desarrollo del pueblo”.
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