Ser una persona soltera, a veces, conlleva miradas indeseadas, sobre todo, cuando se superan los 45 años. Romper con los estereotipos y acabar con ese sufrimiento que algunos llevan por no tener pareja son los retos que se marcó Nuria Sánchez. Natural de Madrid, pero afincada en El Puerto desde hace 30 años, esta mujer quiere compartir, desde su propia experiencia, que la soltería es un estado civil válido con numerosas ventajas.
Tras toda una vida trabajando en marketing y comunicación, organizando eventos, y montando emisoras, Nuria creó hace dos años el Club de Solteros Molones de la provincia de Cádiz. Para ella, un espacio en el que ofrece experiencias a personas mayores de 45 años separadas, divorciadas o singles. Ella es una de ellas. Hace quince años se separó de su marido, un jerezano con el que estuvo 20 años casada. Tras la separación, se marchó a Madrid a trabajar organizando eventos hasta que llegó la pandemia y regresó al sur.
“En verano de 2023 estaba perdida, triste, aburrida, no tenía ganas de salir, se me juntó todo. Para salir de la depresión pensé, como supongo que habrá mucha gente igual que yo, voy a crear un club para promover la soltería feliz”, explica Nuria, que ya había participado en movimientos de singles desde su ruptura.
Empezó montando “un fiestón bestial” en Puerto Sherry y, desde entonces, no ha parado de proponer excursiones, rutas y todo tipo de planes a los que se han apuntado personas de toda la provincia gaditana.
“Tengo muchas amigas que están deseando buscar pareja para que su vida sea feliz. Yo me di cuenta de que también estando soltera se puede ser feliz sin necesidad de tener pareja”, expresa Nuria que, desde este club, trata de transmitir que estar soltero tiene beneficios como el empoderamiento personal o el autodescubrimiento.
También reflexiona sobre cómo viven los solteros a través de tertulias y en su podcast Locas y Felices. “Cuando estás en pareja, limitas tu forma de vida, y entras en una fase de dependencia emocional, con lo cual, si eso no funciona, te frustras terriblemente, se te baja la autoestima y entras en depresión”, comenta.
Para afrontarlo, Nuria pone el foco en que la soltería “es muy válida” y “no tienes por qué tener una pareja al lado para ser feliz”. Ella lo ha tomado como una forma de encontrarse consigo misma y de disfrutar de “la libertad de hacer lo que te dé la gana”.
“Cuando llegas a esta edad y no tienes pareja porque ya has pasado por no sé cuántos trances amorosos, tienes que aprender a vivir contigo misma. Me he dado cuenta de que es una pasada y es lo que intento promover”, sostiene la madrileña que atribuye a la sociedad, a las películas y a los medios ese malestar que sienten algunos solteros por no estar en pareja. “Nos han enseñado que estando en pareja es como se vive feliz”, dice.
Hay personas que sienten frustración al estar buscando una relación amorosa y no encontrarla. De hecho, a muchas se les hace un mundo esa soltería y lo llegan a pasar realmente mal. "Hay psicólogas que mandan a este club a sus pacientes que están pasando por un bache amoroso. Hay gente que cuando se separa se queda sin amigos. Yo intento cambiarles el chip", comenta Nuria, convencida de que no hay que vivir buscando nada sino abrazando cada etapa.
Desde este club también luchan contra los prejuicios que se encuentran cuando dicen en voz alta que son singles. La madriñeña comparte que, cuando llama a ayuntamientos para organizar excursiones, se percata de que "tienen un cliché en la cabeza que no se ajusta a la realidad". "Nos ven como gente que va buscando sexo desesperadamente y no tiene nada que ver. Somos mayores de 45 años, serios, responsables", defiende.
Una forma de explorar la provincia de Cádiz
Desde el Club de Solteros Molones, se facilitan experiencias enriquecedoras para solteros y solteras mayores de 45 años. En sus planes contemplan visitas turísticas a municipios de toda la provincia de Cádiz. En estos años ya han descubierto Medina, Prado del Rey, Jimena o Castellar.
En grupo, se divierten al mismo tiempo que se empapan de la historia de su provincia. "Así, damos a conocer el patrimonio tremendo que tenemos en la provincia. Nos conocemos y conocemos nuestra tierra. Se hacen amigos y lo pasamos bien. Es una terapia de grupo", explica.
El objetivo final no es otro que aprender a valorar y arropar la soltería, y que esta no se convierta en un tormento. Al fin y al cabo, el amor siempre puede volver a surgir inesperadamente.