El centro comercial de El Paseo, en El Puerto, pierde otra de sus tiendas emblemáticas. Después de los cierres de Zara o Stradivarius, a mediados de julio Massimo Dutti, también del grupo Inditex, clausurará. Más de 25 años lleva este comercio instalado en esta ciudad, segunda de la provincia en la que se inauguró.
La noticia afecta a una plantilla formada por nueve mujeres y un hombre, en su mayoría veteranos, que pronto notarán un cambio en sus vidas. “Era una muerte anunciada desde hace unos tres años, la tienda tiene pérdidas de un 30% y sabíamos que tarde o temprano iba a llegar el momento”, comenta África López, presidenta del comité de empresa de Massimo Dutti en la provincia de Cádiz.
De ellas, ocho han decidido marcharse por su propia voluntad y recibirán su indemnización correspondiente, mientras que otras dos, se reubicarán en los otros puntos de venta manteniendo sus horas. La delegada, trabajadora en Área Sur, lleva 16 años coordinando toda la provincia y ya ha vivido otros cierres.
De las seis tiendas repartidas, con la clausura de esta, ya solo quedan dos, una en San Fernando y otra en Jerez, que también sufren pérdidas. “El Puerto tenía unos objetivos de venta y lleva perdiendo varios años, ha aguantado hasta que no ha podido más, y el problema es que el centro comercial está muerto”, lamenta África, que comparte con lavozdelsur.es que esta conocida firma de ropa “va regular” en esta zona de España.
En años anteriores, esta tienda ha llegado a tener hasta 15 empleados, pero en su última etapa “estaba al mínimo porque las ventas no acompañaban”.
Según traslada la presidenta, Inditex ha trasladado que va a pagar estos despidos improcedentes y va a dar las máximas indemnizaciones. Es el acuerdo al que han llegado, de forma que no habrá movilizaciones al haberse resuelto la situación.
“Si de hubiesen quedado los 10 compañeros evidentemente en la provincia no había sitio, los hubiesen reubicado en otra parte de Andalucía, y hay muchas que no hubiesen podido adaptarse a la circunstancias”, explica.
Pese a ello, la plantilla no tiene ánimos y “no tienen ganas ni de hablar”. Un golpe que supone volver a empezar.
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