La puerta del único hotel de cinco estrellas de El Puerto está cerrada. La ciudad ha perdido el Duques de Medinaceli, un alojamiento emblemático ubicado en el centro que ha llegado a estar entre los mejor valorados de España. La que fuera la antigua vivienda de los Terry o los Ruiz Golluri, es una casa palacio del siglo XVII reformada. Cargada de anécdotas familiares, cuenta con 28 habitaciones de lujo, todas bautizadas con los nombres de los diferentes duques y duquesas del árbol genealógico de los Medinaceli.
Al estilo de la aristocracia de España, el hotel es un rincón auténtico que alberga un jardín botánico de más de 5.000 metros cuadrados declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Otro de sus atractivos es una capilla de estilo mudéjar con un retablo dorado y una piscina al aire libre. Allí, donde solía pernoctar Francisco Franco, cuando todavía era la vivienda de los Terry, no hay huéspedes en pleno verano.
“Nadie se ha enterado de nada, los clientes me siguen llamando para ver cuándo abre”, comenta José Ramón Pérez, metre del hotel durante once años. El 6 de noviembre de 2023 clausuró su temporada y, desde entonces, no ha vuelto a abrir.
Este trabajador, que el año pasado le sirvió el desayuno al mismísimo rey Felipe VI, forma parte de los 15 empleados que sacaban adelante este lugar histórico. Eran fijos discontinuos que terminaban su actividad en noviembre y regresaban en marzo. Sin embargo, este año no ha sido así.
“Nos reunimos en diciembre, nos dijeron que iban a contar con nosotros y que iba a abrir el 1 de marzo de 2024. Juntos cuando llegó la fecha, la plantilla estaba ya alerta para empezar, y nos llamaron para decirnos que no abría. Ni nos dijeron que iba a pasar con nuestros contratos, ni nada, y la empresa se quitó de en medio”. Así lo detalla José Ramón, que entró por primera vez en este hotel en 2009, con el Grupo Jale, que estuvo hasta 2012, cuando la plantilla ya sufrió problemas y estuvo al límite, llegando a estar diez meses sin cobrar.
En 2016, la firma Acerca Spain S.L. adquirió el inmueble, que por entonces estaba en manos del Banco Popular. Entraron en la dirección Almudena Moreno del Camino y su marido Javier Neira y el hotel recuperó su esplendor. “2019 fue un año buenísimo, crecimos muchísimo”, recuerda. Dos años antes, en 2017, sus contratos pasaron de ser eventuales a fijos y, después, a fijos discontinuos. La gestión estaba en manos de Medinaceli Gestión de Servicios Hoteleros S.L. Pero el rumbo del inmueble cambió con la irrupción de la pandemia. En 2021, Juan Sánchez se puso al frente de esta empresa. Según explica la plantilla a lavozdelsur.es, el representante empezó a recortar y a despedir a compañeros debido a la situación del covid. El personal era mínimo para abarcar todo el trabajo.
“En este tiempo, el hotel lo hemos llevado prácticamente nosotros”, comentan. “Yo me he tenido que meter en verano en la cocina para poder vender en el restaurante mientras que otro compañero sacaba el trabajo adelante, y fui a dar de desayunar a unos novios por hacer el favor. La gestión ha sido nefasta. Dejando eventos pendientes, gente con las maletas en la calle esperando, con habitaciones reservadas, y todavía el hotel no estaba abierto, era un desastre”, explica el metre.
Además, la plantilla traslada que hay multitud de proveedores reclamando pagos. “No podía pedir a los proveedores porque se les debía dinero, así que tenía que ir a comprar la comida. Han sido unos años difíciles”, lamenta el portuense, que de la noche a la mañana, se vio sin trabajo.
“Nos han dejado con la cara partida esperando la temporada de verano”, sostiene. También denuncian que la empresa tiene “una promotora de eventos taurinos con la que ha pagado facturas y con la que ha cobrado facturas del hotel”.
El pasado 18 de junio, ambas partes estaban citadas en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación previa a la vía judicial, pero el representante de Medinaceli Gestión de Servicios Hoteleros S.L., no apareció. “La empresa no da señales de vida”, añade.
Actualmente, las familias viven con la incertidumbre. Desconocen el futuro del alojamiento y se encuentran en trámites con abogados. “Al menos que nos paguen los años de antigüedad. Estamos a la espera, a ver que pasa. No nos han gustado las formas, porque somos personas. Lo peor es la pérdida del empleo y el daño personal que han hecho a cada trabajador”, expresan.
La plantilla ha puesto de su parte para sacar a flote este emblemático hotel en su última etapa. “Se quedaba más tiempo sabiendo que no lo iba a cobrar, hoy es difícil encontrarlo”, valora el maitre, que lamenta el trato recibido al equipo de profesionales, todos ellos con gran experiencia en el sector. Los trabajadores han querido aclarar que el propietario de la finca no tiene nada que ver con la empresa que cogió la gestión de la propiedad.
“A mí me llaman cliente nuestro de toda la vida y se echan las manos a la cabeza”, comenta.
El PSOE ha mostrado su apoyo y solidaridad a los empleados de “esta joya histórica de nuestro turismo” que “se encuentran en una situación muy delicada”.
Ante esta situación, desde el PSOE reconocen su gran profesionalidad y la alta cualificación de uno de los mejores equipos del sector, y solicitan la mediación del alcalde y diputado provincial de Turismo, Germán Beardo y de la concejala de Turismo, Olga de Navas.
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