“Una oportunidad de progreso sin precedentes”. Así lo vio el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, cuando el 22 de marzo de 2023 anunció que iba a convertir este municipio gaditano en una gran ciudad, y no en el sentido metafórico, sino administrativamente hablando. Se marcó un reto para estar a la altura de Jerez o Marbella y aprovechó que su población crecía, con casi 90.000 habitantes y 250.000 en verano, para sumergirse en lo que calificó como un “proyecto ambicioso y apasionante”.
Para defender este estatus que, para algunos, no parece encajar por las constantes denuncias de deficiencias, Beardo defendió a capa y espada que El Puerto presenta unas circunstancias económicas, sociales históricas o culturales especiales. Además de contar con los más de 75.000 habitantes, requisito para acogerse a este régimen.
Entre esas características, el regidor habla de que la ciudad es “referente provincial por su ubicación privilegiada en la Bahía de Cádiz, por su situación geoestratégica que la ha convertido desde la antigüedad en un antepuerto de salida para los productos procedentes de la baja Andalucía hacia otras tierras y por ser destino preferente en la época estival”. También destaca la presencia constante de extranjeros, principalmente de origen estadounidense por la Base Naval.
“El Puerto es una de las ciudades más antiguas de Occidente, puerta de entrada para las primeras civilizaciones del Mediterráneo. Fenicios, griegos, cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, genoveses y otros pueblos se asentaron o hicieron escala en la que la historia ha identificado como la Puerta de Occidente y del descubrimiento del Nuevo Mundo, lo que acredita su importancia histórica que ha revertido en el desarrollo de El Puerto a todos los niveles”, detalla Beardo. Según él, reconquistaría así un título que el monarca Alfonso X El Sabio ya concedió con la Carta Puebla.
Un año después, el jueves 21 de marzo de este 2024, el pleno del Parlamento de Andalucía aprobó definitivamente esta figura y, desde el 3 de abril, el BOJA designa a El Puerto como municipio de Gran Población. “Un hito que marca un antes y un después en la vida de nuestra ciudad”, expresa el alcalde.
Desde entonces, anuncia las enormes ventajas que considera que traerá a los vecinos este nuevo apellido. Un cambio que proporcionará “una estructura de servicio capaz de responder a esas necesidades que actualmente es muy complejo poder llevar a cabo con los actuales medios, ligados a un régimen de funcionamiento que no responde a la realidad del tamaño del municipio”. También supondrá la separación entre el gobierno de la ciudad y su administración y la especialización de los servicios municipales.
Beardo explica a lavozdelsur.es que a partir de ahora, se dejarán atrás “unos servicios extenuados, sin recursos humanos, con más competencias al permitir un modelo de gobierno gerencial, menos burocracia, más agilidad y una plantilla de trabajadores adecuada que garanticen servicios públicos de calidad”.
De momento, el primer paso que ha dado ha sido una reorganización municipal, algo que ha podido hacer gracias a la mayor capacidad para la gestión administrativa que conlleva este estatus. Además, ha realizado cambios en las competencias del equipo de gobierno nombrando a dos nuevos ediles como tenientes de alcalde, Danuxia Enciso y Enrique iglesias. Todo ello “para una mayor eficiencia y agilidad en la toma de decisiones”.
El alcalde traslada que “por supuesto”, la ciudadanía ya está notando que El Puerto es una Gran Ciudad con la creación de las cinco áreas municipales coordinadas por cinco tenientes de alcalde, en las que recae todo el peso de la estructura de gobierno bajo su coordinación directa. También añade que existirán nuevas oficinas como la de gestión presupuestaria y la de recaudación, y que asuntos que se pueden alargar un mes, podrán resolverse con más rapidez al poder convocarse más juntas de gobierno.
El PSOE apoyó con su sí a Gran Ciudad. Sin embargo, se mantiene alerta. “Desde nuestro punto de vista lo de Gran Ciudad es una estrategia de marketing de Germán Beardo. Y lo demuestra el hecho de que, a día de hoy, solo se está gestionando colocar directores de áreas por libre designación y lo único que están aplicando del nuevo régimen es aprobar por Junta de Gobierno Local, a puerta cerrada, aquellos que eran competencia del pleno. No hay nada preparado en la estructura del Ayuntamiento, no están los distritos ni la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones de obligado cumplimiento”, sostiene Ángel González, secretario general y portavoz socialista a lavozdelsur.es.
Pero más allá de esta reorganización, que El Puerto sea Gran Ciudad supone otras cosas que, en la teoría, suenan de maravilla. Lo primero es que recibe más dinero del Estado y de la Comunidad Autónoma porque, al tener más población, necesita más financiación. Después, tiene mayor autonomía en la gestión de sus recursos financieros, es decir, más libertad para decidir qué hacer con esos fondos. Al disponer de mayores recursos, podrá invertir en mejorar a la ciudad en todos sus aspectos. Por tanto, habrá mejoras en infraestructuras, en servicios, en espacios verdes, atraerá inversiones, se generará empleo, habrá crecimiento económico y una larga lista que describe una ciudad idílica. “Estos factores combinados pueden transformar la ciudad en un motor de crecimiento regional y un centro atractivo para vivir, trabajar e invertir”, comenta Beardo.
“Lo más importante es que este cambio nos da voz. Tendremos más peso en las decisiones regionales y nacionales, lo que significa que nuestras necesidades y proyectos serán escuchados con más atención. Es un privilegio que nos permite soñar en grande, pensar en un El Puerto de Santa María más próspero, moderno y justo para todos”, reflexiona.
El Puerto se dividirá en distritos
Otro de los cambios que conlleva ser Gran Ciudad es la división de El Puerto por distritos. El objetivo es acercar los servicios a los ciudadanos al existir distancia entre los que viven en el Poblado de Doña Blanca o Valdelagrana. Estos distritos contarán en un futuro con recursos propios y estarán liderados por los concejales de la corporación. El alcalde defiende que “es imprescindible” para mejorar la calidad de vida y plantea cómo va a organizar el municipio.
En la actualidad cuenta con cuatro distritos censales. “No tienen por qué coincidir necesariamente con la futura división que se haga”, aclara.
El principal distrito en extensión y población es el distrito uno, que abarca desde la popular Avenida de la Libertad en Crevillet e incluye prácticamente la totalidad del centro urbano, a la altura del Monasterio de San Miguel. Este gran distrito censal alberga a prácticamente la mitad de los portuenses, con muchos comercios y mucha demanda de servicios públicos. “La declaración de Gran Ciudad permite dividir el gran distrito centro para que los vecinos tengan más cerca los servicios y los organismos municipales”, explica el regidor.
El distrito dos es Costa Oeste, donde vive el 20% de la población. “Esta vería notablemente mejorada su relación con el Ayuntamiento y el acceso a los servicios con una organización descentralizada de la ciudad e igualmente se verían beneficiados los portuenses que tienen fijada su residencia en Valdelagrana, distrito cuatro”, sostiene Beardo.
"El gran distrito centro se dividirá para que los vecinos tengan los servicios más cerca"
Sin embargo, es el distrito tres, de la zona Norte el que, según el alcalde, notará una mayor mejora en su relación con el Ayuntamiento. Se refiere a toda la zona norte, desde El Juncal, pasando por la Sierra San Cristóbal y el Poblado de Doña Blanca. “Estas tienen históricamente más dificultades para relacionarse con el gobierno municipal. La creación de un distrito les permitirá poder participar más en los asuntos que les afectan y recibir una atención más rápida y personalizada”, asegura.
En definitiva, el trasfondo de haber propuesto este estatus para la ciudad no es otro que convertirla, o al menos intentarlo, en un lugar más atractivo para vivir. La teoría está clara, pero las cosas de palacio van despacio y todavía queda mucho por hacer. La oposición está al quite.
“A día de hoy los portuenses no van a notar el cambio en su día a día ni en los servicios, nada distinto a como venía desarrollándose. Si políticamente se aplicase de forma correcta, aumentaría la eficacia en las gestiones administrativas e incluso aumentaría la participación de la ciudadanía, pero Germán Beardo no va por ahí, va por tener personal de su confianza en todas las áreas, tener potestad para aprobar cuestiones sin pasar por el pleno y tener mayor poder de delegación”, expone Ángel González.
El portavoz socialista cree que existe desinformación entre los vecinos sobre lo que significa ser Gran Ciudad. “A los ciudadanos solo les llega la campaña de marketing tergiversada. Beardo ha puesto a funcionar su maquinaria vendiendo esto como un premio, como el que obtiene una bandera azul en verano. Pero pronto se le caerá la estrategia de marketing, ya que por desgracia en El Puerto no se están prestando eficazmente ni los servicios básicos y eso el ciudadano lo ve y lo sufre en su día a día”, manifiesta.
Comentarios