Irlandeses o belgas: los antiguos vecinos de diez casas palacio que pasan desapercibidas en El Puerto

La ciudad de los cien palacios alberga en su entramado urbano distintos inmuebles de gran valor patrimonial que se camuflan entre las viviendas, restaurantes y comercios

Casa palacio de la Familia Bornings Desbordes, en la calle Virgen de los Milagros en El Puerto.
Casa palacio de la Familia Bornings Desbordes, en la calle Virgen de los Milagros en El Puerto.

El Puerto es conocido como "la ciudad de los cien palacios", y como bien indica su apodo, está repleta de estos inmuebles que fueron erigidos entre los siglos XVII y XVIII. Desde entonces, las casas palacios se perciben como un modelo modelo arquitectónico singular en la Bahía de Cádiz que, en muchas ocasiones, pasan desapercibidas a los ojos de los viandantes. Algunas son más conocidas, como la de don Bernardino Valdivieso, que actualmente es la sede de Urbanismo, o la casa palacio de Juan Aranibar, -la más antigua- que alberga el centro de interpretación El Puerto de los Cargadores a Indias. 

En cambio, hay otras que están camufladas en el casco histórico. Invisibles entre las cientos de viviendas, restaurantes y comercios que llenan las calles de la ciudad. Solo los vecinos amantes de estos edificios históricos conocen sus ubicaciones y saben distinguirlas sin dificultad. En cambio, otros muchos pasan por la acera sin saber que sus muros se alzan a pocos centímetros. 

Fueron los hogares de numerosos burgueses que se les conoce con el nombre de cargadores de indias. Mercaderes de distintas partes del mundo que llegaban atraídos por la actividad comercial con el Nuevo Mundo. Nuevos vecinos, procedentes de Navarra, Italia o Irlanda, que empezaron a construir estas majestuosas casas palacio. Huellas imborrables de ese pasado glorioso lleno de prosperidad para estos comerciantes que levantaban sus inmuebles con el fin de reflejar su alto estatus social y económico. 

Son muchos los estudios publicados acerca de este nuevo tipo de arquitectura. Por ejemplo, Betilo, la Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico de El Puerto, ha recopilado datos de todas ellas y los ha divulgado en su página web y en sus redes sociales. Además, el Ayuntamiento de El Puerto puso en marcha la app El Puerto de los Cargadores a Indias. Un viaje hacia la Fortuna, que recoge un mapa con todas las casas palacio existentes, junto a fichas informativas de cada una. En total, contempla una guía con 23 ejemplos. 

1. Casa palacio de la Familia Bernabé Madero

En el número 48 de la calle Palacios se distingue esta casa palacio que conserva su torre mirador, apenas visible desde la calle. Perteneció a la familia de Bernabé y Madero constituida por viejos hidalgos originarios de la zona de Soria. En su interior vivieron José de Bernabé y Madero y su esposa Margarita Ricart, hija de unos comerciantes franceses. También fue el domicilio del gobernador militar de El Puerto, Pedro Regalado Tinéo, marqués de casa Tremañes.

2. Casa palacio de Gaspar Aguado

El número 11 de la Plaza del Polvorista, recientemente renovada, es una imponente casa palacio que fue mandada a construir por Gaspar Aguado en 1784. Su intención era poseer un inmueble con un muelle a su espalda para facilitar el embarque y descarga de las mercancías con las que comerciaba y la vigilancia de los barcos que entraban en el Guadalete. Actualmente, se conoce como la casa de Roque Aguado, su padre, y se está sometiendo a obras para rehabilitarla y convertirla en viviendas. 

Gaspar Aguado
Casa palacio Gaspar Aguado, en la Plaza del Polvorista.

3. Casa palacio de la familia Rivas Arellano

En la calle Luna, los números 55 y 57 constituían la vivienda familiar de los Rivas Arellano. Juan Carlos de Rivas Ramírez de Arellano, gaditano de una importante familia aristocrática y cargador de Indias, llegó a El Puerto en 1732 tras casarse con Leonor María de Vizarrón. El inmueble ha sufrido cambios con el paso de tiempo pero aun pervive. 

4. Casa palacio de León Vizarrón Araníbar

En el número 5 de la calle Puerto Escondido se encuentra la que fue la casa de León Vizarrón, que conserva su escudo original. Actualmente alberga el restaurante Puerto Escondido, proyecto del cocinero portuense Pablo Terrón. Aquí, donde ahora se degustan gyozas y ceviches de autor, vivió este navarro natural de Iturren, que se trasladó a El Puerto en 1674 junto a su tío Juan de Araníbar. Su actividad como comerciante le proporcionó una gran fortuna que destinó a la compra de inmuebles y a la creación de una fundación en beneficio de su parroquia natal, en Ituren, donde fue enterrado.

Interior de la casa palacio de Miguel Santiesteban convertida en restaurante.
Interior de la casa palacio de Miguel Santiesteban convertida en restaurante.   MANU GARCÍA

5. Casa palacio de Miguel Santiesteban

La calle Virgen de los Milagros presenta varias casas de cargadores de Indias. La del número 139 perteneció a Miguel Santiesteban Echarre, natural de Espinal, en el valle del Erro, Navarra, que se casó con María Ana Díez Hidalgo, vecina portuense. Este hombre fue recibido como hijodalgo, noble no titulado, en 1708, por el cabildo de El Puerto. Desde este edificio se dedicada al comercio con las Indias, actividad con la que continuaron sus sucesores.

6. Casa palacio de Pablo Vizarrón

En la plaza Cristóbal Colón se erige una gran casa palacio que conserva tanto el escudo familiar como las dos columnas de su puerta. El número uno de este enclave céntrico era la casa de Pablo Vizarrón Alzueta, que la mandó construir en 1682. Pertenecía a una de las familias navarras que habían llegado a la ciudad con nuevos retos. En su caso, fue Caballero de la Orden de Alcántara y regidor de la ciudad. Cuando León falleció, su viuda, Ana María Eguiarreta, de familia vasca, la dejó arrendada en 1705 para Real Aduana. Así se convirtió en sede de la Aduana Real durante el siglo XVIII. En ella, los oficiales aduaneros controlaban la carga y descarga de mercancías que salían de este puerto.

7. Casa palacio de la familia Villette

En el número 5 de la calle San Sebastián vivía una familia originaria de Brujas, Bélgica desde 1698. Miguel Villette Guerra, casado con Mariana Méndez, además de comerciante, era propietario de tierras de viñas y olivares y productor de vino y aceite. Por ello, en el interior del inmueble tenía una amplia bodega y un molino. En la actualidad, en su fachada conserva el escudo, que hace referencia a su origen flamenco.

Casa palacio de la familia Villette, en la calle San Sebastián, en El Puerto.  GOOGLE MAPS
Casa palacio de la familia Villette, en la calle San Sebastián, en El Puerto. GOOGLE MAPS

8. Casa Palacio de la Familia Bornings Desbordes

Faustino Bornings Desbordes mandó a construir esta casa ubicada en el número 70 de la calle Virgen de Los Milagros, donde hoy se localiza la cafetería Larga 70. Por el patio donde ahora se desayuna, pasaba esta familia italiana que llegó a El Puerto en el siglo XVIII. Este hombre se mudó atraído por el auge del comercio y las buenas condiciones que encontró. De heho, se instaló en la conocida calle Larga, que se había convertido en lugar de asentamiento de una nueva burguesía.

9. Casa Palacio de Ryan

El número 5 de la calle virgen de los Milagros era la casa palacio de Thomas Patricio Ryan, irlandés que la adquirió en 1780 cuando se desplazó desde Cádiz. Por entonces vivía en la capital ya que su padre mantenía una importante actividad comercial con las colonias españolas en América. Ya en El Puerto, se instaló junto a su mujer Margarita Terry Macnamara, también irlandesa. Como cusiosidad, estaba conectada con un callejón del convento del Espíritu Santo. 

10. Casa Palacio de la familia Barrios

El número 6 de la calle Fernán Caballero fue construido por Bernardo de Barrios Leal en 1752. Esta vivienda que conserva una torre mirador se encuentra dentro de un conjunto más amplio de jardines, bodegas y otros edificios para residencias. Aquí se alojó la familia de Cecilia Boll de Faber, escritora del romanticismo español que firmaba con el seudónimo de Fernán Caballero, que da nombre a la calle. 

Sobre el autor:

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Patricia Merello

Titulada en Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense de Madrid. Mis primeras idas y venidas a la redacción comenzaron como becaria en el Diario de Cádiz. En Sevilla, fui redactora de la revista digital de la Fundación Audiovisual de Andalucía y en el blog de la ONGD Tetoca Actuar, mientras que en Madrid aprendí en el departamento de televisión de la Agencia EFE. Al regresar, hice piezas para Onda Cádiz, estuve en la Agencia EFE de Sevilla y elaboré algún que otro informativo en Radio Puerto. He publicado el libro de investigación 'La huella del esperanto en los medios periodísticos', tema que también he plasmado en una revista académica, en un reportaje multimedia y en un blog. 

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