Quejas por el trato en una residencia en El Puerto: "Mi madre ha tenido un deterioro muy importante"

Una mujer que reside en Chiclana denuncia la atención que ha recibido su madre en un hogar para mayores privado de El Puerto, donde tuvo que ingresarla por circunstancias personales. Desde el centro expresan que estos comentarios "no se corresponden con la realidad" del mismo

La madre de G.D. ha estado algo más de cuatro meses en una residencia de El Puerto. Su hija expresa quejas por el trato recibido.

G.D. tiene a dos personas a su cargo: su hermano, que quedó tetrapléjico por un accidente en junio de 2023 y se encuentra en Toledo, y su madre, que está "cognitivamente bien", según explica, pero sufre de problemas con su función renal. Antes, cuidaban a su madre entre ambos hermanos, pero ahora se ve sola con una carga notable de cuidados y constantes viajes a Toledo. Pese a intentar primero cuidar a su madre en casa, finalmente se vio obligada a ingresarla en una residencia de mayores. Aunque ella vive en Chiclana, por una cuestión económica tuvo que optar por la residencia del grupo Reifs que se encuentra en El Puerto, algo más barata que otras residencias privadas.

La madre de G.D. ha permanecido en este centro desde el 6 de febrero hasta el pasado 25 de junio, cuando se la llevó a su casa tras comunicar al centro la baja, con un escrito de reclamaciones en el que detalla las razones de su descontento con esta residencia.

"Mi madre tuvo un deterioro muy importante, desde que entró el 6 de febrero en la residencia, hasta hoy", explica a lavozdelsur.es. G.D. señala problemas con varios de los servicios del centro: la fisioterapia, rehabilitación y actividades de animación; la limpieza y el aseo; y la atención sanitaria a los internos, así como la escasez de personal, con una auxiliar por cada 30 internos, y los constantes cambios entre la plantilla. Llegó a contratar a una persona para que fuese a visitarla y hacerle compañía cuando debía viajar a Toledo por su hermano. 

La primera vez que viajó a Toledo a ver a su hermano desde que su madre estaba en la residencia, la mujer sufrió una infección de orina que, según relata, no se trató adecuadamente. Explica que tuvo una reunión con la directora y la jefa de las auxiliares. "Les dije: Quiero saber si se pueden mejorar muchas de las cosas que han pasado en estos 20 días". Refiere haber tenido "infinidad de reuniones" con el centro sobre sus reclamaciones, pero sin que se produjeran cambios en la situación.

G. D., ante la puerta de la residencia donde su madre ha estado ingresada.  JUAN CARLOS TORO

"Mi madre ahora depende del oxígeno, entonces no la querían sacar de la habitación porque el aparato llevado era un problema para que ella pudiera hacer un poco de movilidad. Les dije: yo no pretendo que mi madre dentro de un mes camine, que haga una maratón. Si dos veces por semana la puedes acompañar a dar un paseo con el andador…", explica. En el escrito de reclamación, hace constar que "cuando le conseguí uno portátil, la excusa era que mi madre se negaba a participar". Y apunta, incrédula: "Mi madre está deseando que alguien le hable". "Fue un auténtico desastre desde el principio", argumenta.

Desde el centro del grupo Reifs en El Puerto expresan a lavozdelsur.es que dichas reclamaciones "no se corresponden con la realidad del centro. Todas las personas residentes son animadas a participar en las actividades de rehabilitación y terapia, el tener una máquina de oxígeno no es un inconveniente, dado que esas máquinas son móviles y se pueden ubicar donde sea". Sobre la ratio, aclaran que cumplen con las inspecciones y con el personal fijado por la normativa.

La residencia del grupo Reifs en El Puerto.  JUAN CARLOS TORO

Respecto a la atención sanitaria de los internos, añaden que "el equipo de enfermería del centro realiza una labor de control y supervisión que requiere el apoyo de los médicos referentes de servicio público, encargados de realizar la propuesta de tratamiento. De modo que entendemos que estos tratamientos están en todo momento pensados para el bienestar de las personas residentes, y debidamente ajustado para ese propósito". 

Del mismo modo, explican que "con respecto al aseo, contamos con un equipo de profesionales altamente comprometido que atiende las demandas de las personas residentes en todo momento. Evidentemente, a lo largo de un día, una persona mayor puede necesitar en varias ocasiones ser cambiada o aseada".

G.D. decidió llevarse a su madre de la residencia el pasado 25 de junio: "Volví de Toledo, la última vez que estuve, un viernes, y el sábado voy y veo que tiene sangre en la orina. Nadie sabía nada. Y dije: el lunes hay que hacerle un urocultivo. Y el lunes me llaman y me dicen que mi madre no quiere hacer pis".

Ese mismo martes, se llevó a su madre consigo a su casa, tras interponer el escrito y la hoja de reclamaciones, y "ahora nos estamos organizando para tener gente en casa", con las dificultades que ello conlleva, dado el estado en que se encuentra su hermano. "En el tiempo que estuvo en la residencia se deterioró tanto...", se sincera, por lo que se ha animado a denunciar estas condiciones. En redes sociales, la misma residencia también tiene algunas reseñas en el sentido que apunta G. D.