Cuando menos te lo esperas, va la vida y te sorprende. El Arrebato cantaba en 2004 un verso que se ajusta a la realidad a diario. Hay sorpresas más agradables que otras. Como la que se ha llevado Verónica Andújar por haber querido tener un bonito gesto solidario. Esta portuense ha sido la ganadora de la enorme cesta de Navidad que la Hermandad del Resucitado lleva una década organizando en El Puerto. Una de las tres papeletas que compró ha coincidido con el número de las cuatro últimas cifras del sorteo de la ONCE del 22 de diciembre de 2024.
“Yo no pensaba en la vida que me iba a tocar. Porque nunca en la vida me ha tocado algo, y mira que he participado en un montón de cosas, para ayudar más que nada, nunca con el pensamiento de que me tocara. Yo considero que no tengo suerte para los sorteos”, comenta esta vecina que saca adelante la peluquería canina Dog Barber desde hace cinco años.
Verónica ha recogido este martes todos los premios que incluye la cesta, que no es una cualquiera. Es muy grande, no por su tamaño sino por la cantidad de artículos y experiencias que aglutina. La iniciativa consiste en la creación de un calendario para el próximo año que, en su reverso, detalla todos los artículos que componen la cesta, donados por entidades de la ciudad. La friolera de más de 100 establecimientos y negocios locales participan en esta atractiva acción navideña.
"Nunca en la vida me ha tocado algo"
La lista de regalos es inmensa. Entre ellos, seguro que hay marcas que suenan a los vecinos y vecinas de este municipio. Por ejemplo, en esta edición, Verónica disfrutará de una noche en el Hotel Los Cántaros, cinco desayunos en el mítico Bar Vicente Los Pepes, dos desayunos en El Trotamundos, una vale de 20 euros para gastar en la Papelería Bollullo, una cena para dos en la Pizzería Madari o unas botellas de las Bodega Obregón.
También se lleva un lote de productos de la Bodega Caballero, una invitación para dos personas en Romerijo, una caja de mantecados del Horno Los Suspiros, un electrodoméstico de muebles Gurrea o dos cuadros de la histórica Joyería Fernando Marín. Una lata de tejas, taurinas de la heladería Da Massimo, una estancia en la casa palacio de Los Leones y hasta una sesión de osteopatía.
La afortunada asegura que, siempre que puede, ayuda a todo el mundo y en esta ocasión no ha sido menos. “Estaba en un taller de bordado cuando la madre de un componente de la junta directiva de la Hermandad comentó que su hijo estaba vendiendo almanaques. En mi cartera tenía sueltos seis euros, cada papeleta costaba dos euros, así que me llevé tres”, explica la portuense a lavozdelsur.es.
No podía imaginar que días después le tocaría a ella la cesta navideña más codiciada de El Puerto. Ni ella, ni su familia, que incluso bromeó con la noticia. “Mi madre no se lo creía y mi hermano se confundió, pensó que me había tocado el Gordo y casi le da algo”, dice entre risas.
La cesta incluye un desayuno en Los Pepes y una comida en Romerijo
La Hermandad del Resucitado conmemora este año el décimo aniversario de este proyecto que “ha ganado relevancia en la comunidad gracias a los negocios que participan”. Así lo ha explicado Ana Lambea, Hermana Mayor, que añade que a la cesta se suma un lote adicional de productos ofrecido por la propia Hermandad.
Según detalla, la primera vez que se organizó esta cesta fue en 2014. Desde entonces, la Junta de Gobierno y otros hermanos colaboradores se encargan de visitar cada año los comercios locales para invitarles a participar. El diseño del proyecto ha mantenido su esencia y coste, contando siempre con el patrocinio de la empresa Pusama, que ha respaldado incondicionalmente esta causa solidaria desde su creación.
“Son los mismos miembros de la Junta de Gobierno y hermanos colaboradores quienes se encargan de la venta de la cesta, ofreciéndola entre sus familiares, amigos y conocidos. También es posible adquirirla en la Casa de Hermandad durante los horarios de secretaría”, comenta Ana Lambea.
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