El virus del nilo sigue siendo una preocupación en Andalucía. La Junta continúa avanzando en su estrategia para prevenir la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) con la aplicación del nuevo Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores 2025. La delegada territorial de Salud y Consumo en Cádiz, Eva Pajares, ha mantenido esta semana varias reuniones con municipios clasificados en distintos niveles de riesgo.
Según detalla en una nota, en una primera fase, se abordaron los municipios con riesgo bajo, entre ellos Benaocaz, Grazalema, Setenil de las Bodegas y Villaluenga del Rosario, que ya han sido informados de la necesidad de contar con un Plan de Control de Mosquitos (PCM) a nivel local, como parte de sus estrategias de desratización, desinsectación y desinfección.
Pajares y la jefa del Servicio de Salud, María Auxiliadora Fernández, han mantenido dos encuentros por videoconferencia con representantes de localidades clasificadas en riesgo medio como Zahara de la Sierra, Algar, Chipiona, Rota, El Bosque, Torre Alháquime, Bornos, Sanlúcar, Trebujena y Arcos, aunque se ausentaron Olvera, Alcalá del Valle, El Gastor y Espera. Asimismo, se reunieron con municipios de riesgo alto, entre ellos Jerez, Puerto Serrano, Algodonales, Ubrique, Villamartín, San José del Valle y Prado del Rey.

En estas sesiones también participaron el equipo directivo de la Unidad de Protección de Salud del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra, así como los agentes oficiales de control, quienes colaborarán con los ayuntamientos en el despliegue de las actuaciones previstas.
Para los municipios de riesgo medio, las acciones de vigilancia se centrarán en los núcleos urbanos y zonas rurales transitadas, mientras que en aquellos clasificados como de riesgo alto, las medidas se extenderán a todo el término municipal, con especial atención a posibles focos larvarios o refugios de mosquitos adultos en un radio de 1,5 kilómetros de las zonas habitadas.
Reclasificación de niveles de riesgo
Una de las principales novedades del programa de este año es la reclasificación de los niveles de riesgo, que han pasado de cinco a tres. "Ningún municipio está exento de riesgo", recordó la delegada, que destacó la importancia de la colaboración institucional para frenar la propagación del virus.
Además, la Consejería de Salud y Consumo ha activado una búsqueda activa de casos leves en las llamadas Comarcas de Especial Seguimiento y áreas en alerta, que concentran más del 95% de los casos confirmados en años anteriores. A los pacientes que acudan a urgencias con síntomas compatibles con FNO y residan o hayan visitado estas zonas se les realizará una prueba PCR, una vez descartadas otras causas.
Esta estrategia tiene como objetivo detectar precozmente los casos leves, que pueden ayudar a prevenir formas graves o neuroinvasivas de la enfermedad. Se estima que el 80% de las infecciones son asintomáticas, mientras que un 20% puede presentar síntomas gripales. Solo un 1% desarrolla complicaciones neurológicas como meningitis, encefalitis o parálisis.
El programa 2025 también mejora el modelo predictivo de riesgo del virus, gracias a la integración del sistema diseñado por el CSIC-Doñana y los datos propios de la Consejería, incluyendo nuevas variables como uso del suelo, aves y vectores.
Más trampas y más laboratorios, entre las medidas
El programa también contempla la ampliación del sistema de vigilancia entomológica, que pasa de 27 a 120 trampas distribuidas por toda Andalucía, comenzando en mayo, un mes antes que en 2024. Este incremento permitirá una detección más temprana de la circulación del virus en mosquitos.
La Junta también ha anunciado la creación de un segundo laboratorio de referencia en Andalucía, situado en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, que se suma al ya existente en Granada. Este refuerzo permitirá una respuesta diagnóstica más rápida y eficaz.
Paralelamente, se movilizará a todos los agentes de promoción de la salud —como enfermeras comunitarias, farmacias y la red Relas— en los municipios más expuestos. También se intensificará la colaboración con otras administraciones a través de mesas de trabajo y visitas técnicas a los ayuntamientos.
El nuevo programa, que se aplicará en todos los municipios andaluces, incluye además la figura de “área en alerta”, definida por la detección de circulación del virus en animales o humanos cerca de zonas pobladas. Esto activará intervenciones más intensivas, tanto en vigilancia como en sensibilización ciudadana.
Con todas estas acciones, la Junta de Andalucía busca reforzar la preparación de los municipios, mejorar la capacidad de respuesta sanitaria y lograr una mayor implicación de la ciudadanía en la prevención de la Fiebre del Nilo Occidental.