La Feria de la Manzanilla de Sanlúcar dio el pistoletazo de salida este martes con un recinto ferial abarrotado que lo tomaba con ansias y alegría tras dos años sin celebrarse por la pandemia de covid-19. Con la puesta de sol de fondo escondiéndose tras el Parque Nacional de Doñana, el alcalde de la ciudad, Víctor Mora, daba el discurso inicial y procedía con el alumbrado.
Los farolillos alumbraron todo el recinto ante la mirada atónita de los sanluqueños, que observaban las casetas aún incrédulos tras tanto tiempo de espera para volver a disfrutar de su fiesta. En algunas de ellas, ya llevaban sonando las sevillanas desde muy temprana la tarde y tenía sus puertas abiertas para los feriantes más puntuales. "No me creo todavía que esté aquí", decía una joven a su grupo de amigas, ya con el primer rebujito en la mano.
A las puertas de la portada, como regalo de bienvenida, se ofrecía elegantes catavinos conmemorando el título de Capital Gastronómica de España para participar en el brindis de bienvenida. Las bodegas participantes instalaron varias mesas a lo largo del real para poder servir allí su vino. Entre las empresas que ofrecieron el oro líquido de Sanlúcar, estuvieron Barbadillo, Francisco Yuste, Hidalgo La Gitana, Juan Piñero, La Cigarrera, Caydsa, Covisan, Elías, Herederos de Argüeso, Sánchez Ayala/Barrero, Manuel Cuevas Jurado/Lustau y La Guita.
La gente hacía cola para llevarse el souvenir a casa o para utilizarlo esa misma noche con manzanilla, el vino protagonista de la fiesta. Otros, se abalanzaban sobre los trabajadores del puesto y robaban las copas cuando no miraba nadie. Ya empezaban la feria con mal pie, aunque hubiesen pasado la portada a la pata coja, como es tradición, para que le dieran buena suerte.
No era un secreto que el montaje de la feria ha tenido problemas técnicos, es por ello por lo que algunas casetas, aunque abiertas, mostraban partes todavía sin terminar. No impidió que se bailase y sonasen el eco de las copas al brindar en su interior, pero era visible que el reloj había sido más rápido que ellos. Muchos caseteros han culpado al Ayuntamiento, que terminaba de construir la infraestructura ferial tarde y cuya caseta municipal luce aún desvestida.
El miércoles de feria augura altas temperaturas, pero muchas de las casetas ya han avisado de que está todo reservado. Como es habitual, los compañeros de clase y trabajo se reunirán para comer, mañana les toca a las mujeres. Hoy se podrán ver los primeros volantes, aunque algunas visitantes sevillanas ya se vestían de flamenca para ver a Sanlúcar brillar el primer día. El abanico, sin duda, será el complemento estrella este año. El rebujito y la sombra de las casetas serán también indispensables para disfrutar, tras tanto tiempo de espera, la Feria de la Manzanilla 2022.
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