La madre de uno de los guardias civiles asesinados, el isleño Miguel Ángel González, daba este martes la primera voz. Con la incontestable autoridad del dolor sin remedio, con la sencillez del que cree decir la verdad, daba forma a los testimonios que corren por todos los recintos de la Benemérita en la provincia y ya ha saltado a los medios de comunicación con varios mensajes que se han hecho virales.
"Lo mandaron en un flotador contra una narcolancha", decía la madre de la víctima. En una sola frase caben las dos claves de la denuncia que se expande por todos los acuartelamientos ¿quién da las órdenes para actuar de forma tan arriesgada? ¿cómo es posible que un cuerpo de seguridad tenga esas herramientas tan ridículas?
"Ellos cada vez son más salvajes, cada vez más violentos, no es nuevo, hace años que va a más y a más, incluso entre ellos se matan como nunca había pasado para robarse la droga, para castigar a los que se la dejan robar. Y sabiéndolo, hace años, nos tienen así", asegura uno de los compañeros de los fallecidos desde Sanlúcar.
"¿Nadie se acuerda de lo de hace tres meses? Que tiraron al agua a más de 20 inmigrantes que no sabían nadar y se ahogaron cuatro, sólo por distraer a la Guardia Civil. Así se las gastan. Que estamos hablando de criminales", añade otro compañero, que presta servicio en Chiclana, para poner como referencia el trágico naufragio del 29 de noviembre en Sancti Petri.
"Lo hemos dicho muchas veces. Pero muchas, durante los últimos años y hasta que no han matado a dos de los nuestros nadie nos ha creído. Faltan manos, falta gente y nos dejan con todas las patrulleras estropeadas, nos dicen que salgamos en zodiac contra planeadoras, contra un bicho con 500 caballos".
El capitán que habría transmitido la orden de salir con la zodiac en el puerto de Barbate estaría "destrozado, con una baja psicológica"
Los agentes, al margen de su graduación, eluden hacer testimonios con nombres y apellidos o piden que sus voces sean distorsionadas en televisiones y radio por temor a represalias internas pero el grito de la madre del caído ha sido como un señal de alarma.
"¿Alguien entiende que de seis patrulleras, las seis estén estropeadas a la vez?", añade un miembro de la Guardia Civil en Cádiz, miembro de la asociación Justicia para la Guardia Civil en referencia a las embarcaciones de la Zona Marítima de la Guardia Civil, todas fuera de servicio.
Precisamente Jucil, a través de su secretario general, Ernesto Vilariño ha sido el colectivo interno encargado de empezar a dar forma a esta creciente indignación. "Ni David ni Miguel Ángel eran miembros de Jucil pero peleamos por los derechos de todos los compañeros en todos los casos" argumenta.
Esa lucha judicial incluye la petición de explicaciones y responsabilidades sobre la dotación material, y las plantillas, que tiene a su disposición la Guardia Civil en la frontera Sur de Europa, en la provincia, así como "¿quién y por qué dio esas órdenes el pasado viernes?", detalla un delegado de Jucil enviado a Cádiz.
Numerosos guardias civiles gaditanos han filtrado a varios medios de comunicación de alcance regional y estatal la queja que mejor representa el malestar por las órdenes recibidas que califican de absurdas y temerarias: "El coronel que dio la orden de actuar estaba en el palco del Teatro Falla, viendo la final del carnaval".
"Dos tercios de las embarcaciones tienen más de 15 años cuando los propios técnicos de Interior recomiendan retirarlas cuando estén tan viejas", afirman desde Barbate para explicar que ninguna estuviera disponible en la trágica noche del viernes 9 de febrero.
Las denuncias internas y particulares son tan numerosas que incluso permiten conocer el estado de todas las patrulleras, una por una. La Río Irati acumula dos meses y medio en dique seco, en reparación. La S20 acaba de cumplir seis semanas en los talleres. La Río Águeda permanece averiada desde el 4 de febrero, al igual que la Río Ulla. La Río Cedena tampoco está operativa desde hace diez días. Hay una restante, cedida como emergencia desde Algeciras que también está atracada por problemas técnicos.
La conclusión es que sólo había gomas, lanchas neumáticas tipo zodiac, disponibles. "Flotadores" según el desgarrado testimonio de la madre de una de las víctimas.
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