El agricultor arcense Bartolo González descubrió de casualidad un importante hallazgo arqueológico mientras araba su tierra. En 2009 se topó con un sillar grabado con una esvástica datado, posiblemente, del siglo primero d.C. Desde entonces, la piedra ha estado junto al muro de un cortijo. Según Andalucía Información, el sillar pesa 180 kilos y probablemente forme parte del friso de un monumento funerario.
La delegada de Cultura de Arcos, María Macías, y el drector del estudio sobre el yacimiento arqueológico de Sierra Aznar, Francisco Zuleta, han destacado el valor de esta pieza, que, hasta el momento, es única en Andalucía Occidental. Los actuales arrendatarios de la finca donde se hallaba el sillar se lo han cedido al esquipo de investigación de Sierra Aznar, que acabará en el Museo de Cádiz aunque no está confirmado.
De momento, el sillar se guarda en la sede de la Delegación de Cultura, en las instalaciones del palacio del Mayorazgo. Una de las investigadoras de Sierra Aznar, Esperanza Mata, ha explicado que llevan ya cerca de veinte años investigando el yacimiento romano de la barriada rural de La Perdiz. Por su parte Pepa Lozano asegura que la amplitud del enclave sigue siendo una incógnita y que las intervenciones han sido numerosas. El equipo considera que la razón de ser de esta ciudad fue el abastecimiento de agua a toda la zona.
La delegada de Cultura ha agradecido la colaboración de Medio Ambiente para trasladar el sillar y busca llevar a cabo iniciativas didácticas en este entorno que aún sigue repleto de misterios sin conocer.
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