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El despido fulminante de un trabajador "bastante activo" durante la huelga de Acerinox ha provocado de nuevo el movimiento del sindicato ATA, que ha realizado una asamblea en la madrugada de este martes para exponer la situación y las medidas a tomar. Tres meses después de acabar la huelga, han vuelto los problemas.
José Antonio Gómez Valencia, el portavoz, comentaba a sus compañeros que el lunes, "a la entrada del turno", el jefe de línea del trabajador despedido le hacía saber que tenía que ir a hablar con la abogada de la empresa a la oficina principal. Allí le dieron una propuesta de sanción en forma de despido.
"No le dan la opción ni de que lo van a sancionar, días de empleo y sueldo, ni nada de eso. A este hombre se le dice que tiene que abandonar la fábrica automáticamente, lo tratan como si fuese un delincuente. Lo acompañaron dos vigilantes desde su puesto de trabajo hasta el vestuario y le hacen vaciar la taquilla completamente. Esto es una propuesta de sanción y es una propuesta que pide el despido, pero la empresa no tiene ningún derecho a echar un trabajador que todavía pertenece a esta plantilla y a tratarlo como lo trató ayer", denunció Gómez Valencia en la asamblea.
Según el portavoz, la abogada de la empresa le dijo que "no iba a entrar más en esta fábrica". Los trabajadores recordaron que en el convenio constan unos días para hacer alegaciones. "Al compañero le dicen que se vaya para su casa provisionalmente, pero le hacen vaciar su taquilla. En la propuesta dicen que lo han denunciado unos compañeros anónimamente, cosa que nos parece una barbaridad, y hablamos con sus jefes en línea. Nadie ha tenido problemas con él".
En la propuesta de sanción aparece que lo han estado siguiendo durante varios días en el mes de agosto, desde el 7 hasta el 24 de agosto. "Que han estado mirando las cámaras, cosa que está prohibido totalmente vigilar a los trabajadores, tanto en los servicios, tanto en las zonas de descanso. En la propuesta dice que se pega dos horas comiendo el bocadillo. Y le hemos preguntado al jefe de línea que si tiene alguna incidencia de parada de máquina por falta de grúa y nos ha dicho este hombre que no, que no ha tenido ningún problema con este trabajador".
"Esto para nosotros es tomar represalias por lo que ha ocurrido en la huelga. No tienen pruebas, no pueden coger las cámaras para vigilarnos como si fuésemos delincuentes. Este hombre no ha cometido ningún delito, este hombre es un trabajador igual que vosotros y no tiene la empresa ningún derecho a tenernos con una cámara vigilándonos en el cogote. Las cámaras están para vigilar la propiedad, para que nadie robe nada aquí", remarcó el portavoz.
"Lo que no vamos a permitirle a esta empresa es que tome el represalia por lo que ha ocurrido en la huelga y empieza a despedir gente. Mañana podéis ser cualquiera de vosotros. Cualquiera. Porque tengáis una discusión con vuestro jefe, porque no os deis cuenta de que os habéis quitado el casco un momento ÿ cualquier motivo va a ser motivo de despido aquí para cualquier compañero o compañera. Al compañero no se le puede dejar tirado", remarcó.
Según Gómez Valencia, la abogada de la empresa ha avsado de que se va a producir "el despido de otro compañero u otra compañera. No sabemos quién es. Esperemos que sea una mentira y que haya sido una amenaza para que nos echemos atrás. Pero la del compañero sí va para adelante".
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