El exfutbolista Joaquín está viviendo horas amargas con el fallecimiento de su padre. Este jueves ha estado presente en el tanatorio de El Puerto de Santa María para dar el último adiós a Aurelio Sánchez, una persona fundamental en su vida.
"Era un tío que se hacía querer. Desgraciadamente él se ha marchado y nos ha dejado un legado y un cariño y un amor a todos nosotros. Eso nos va a durar y lo vamos a recordar toda la vida", ha dicho el portuense, que en esta ocasión se le veía muy emocionado y sin su sempiterna sonrisa.
Eran muchos los medios de comunicación que estaban presentes por ser un personaje que concita mucha atención y se mostró agredido: "Gracias por el apoyo de toda la gente que nos ha escrito y nos ha mostrado su cariño".
Estaban presentes amigos de la familia y dirigente del Betis, el club que ha marcado su vida profesional. Precisamente fue su padre el que guió su carrera en los primeros años, cuando ya se veía que podía romper en un futbolista de primer nivel.
"Antes de tener un sueño mío, tenía otro que era hacer feliz a mi padre. Nosotros somos ocho hermanos, cuatro varones. De los cuatro, tres hemos intentado ser futbolistas. Uno de ellos estuvo ahí, ahí, pero al final el que triunfé, afortunadamente para mí, fui yo, que soy el pequeño. Yo siempre tuve ese sueño y esa obsesión de que mi padre viera a un niño suyo jugar al fútbol", ha recordado Joaquín intentando contener las lágrimas.
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