Es una semana frenética en el vivero que Elvea Flor, un negocio de Chipiona, tiene en la carretera de Sanlúcar, donde están muchos de los dedicados al cultivo y envío de flor cortada. En vísperas de la Semana Santa, temporada alta, no paran.
El ajetreo es constante en el interior de la nave, donde no cesan de pasar carritos cargados con flores de todo tipo. De las tradicionales, como el clavel, a las rosas, orquídeas, rosas o paniculata, pasando por una amplia gama de variedades, como tromelias, matthiolas o margaritas.
Al frente de Elvea Flor están ahora Paco, Juan y Fernando, tres hermanos que toman el testigo de su padre, Juan Vea, quien inició el negocio en los años 70 del siglo pasado. Desde entonces, la familia vive y trabaja (mucho) entre flores.

Los hermanos se han criado entre ellas. Ahora dan trabajo a más de una veintena de empleados que, durante todo el año, cultivan y preparan los pedidos que reciben de todo el país, pero también de Portugal, Países Bajos y de otras zonas del norte de Europa.
De ser una empresa enfocada inicialmente al comercio local, ha pasado a suministrar flores para toda España, incluyendo a los pasos de Semana Santa de distintas regiones andaluzas y del norte del país.
A pesar de las intensas lluvias del mes de marzo, que han provocado alivio en muchos agricultores, pero también destrozos en el campo, la campaña de primavera de la flor cortada está asegurada.
Hay especies que han sufrido más que otras, pero los exornos de los pasos de Semana Santa no han peligrado. "Es la mejor época", dice Paco Vea, quien cuenta la evolución que ha experimentado la empresa en los últimos años.

De no vender demasiado en estas fechas, con motivo de la Semana Santa, a igualarse a otro de los grandes momentos del año, como es la celebración del Día de Todos los Santos, en noviembre.
Después de la Semana de Pasión, llegan las ferias, el Día de la Madre o las comuniones. En esta época las flores que venden son "incalculables", confiesa la segunda generación de los Vea, a la que no le da tiempo de pararse.
"Es algo que no se puede controlar. Sé que más o menos hemos vendido 100.000 tallos para claveles, por ejemplo", señala Paco, uno de los hermanos Vea, que no para de preparar pedidos mientras atiende a lavozdelsur.es.
Juan Vea, uno de los "precursores" de la flor cortada en Chipiona
En los años 70, Juan Vea fue uno de los "precursores" de la flor cortada en Chipiona. Así, sus hijos han crecido rodeado de ellas. "Desde pequeños hemos estado en el campo, ayudando en lo que fuera, toda la vida aquí", cuentan.
Ya sea repartiendo flores con la furgoneta, preparando pedidos o cortándolas, los hermanos Vea hace tiempo que siguieron la estela de su padre, ya jubilado.

"Cuando mi padre vendía había 15 tipos de flores, ahora podemos tener entre 80 y 100", dice Paco, uno de los hermanos. "Cada agricultor se especializa en un tipo de cultivo, nosotros en las verdes y gerberas", relata.
"En la venta nacional hemos ido a más, mucho más", cuentan los hermanos Vea, que han "evolucionado hacia otro tipo de flor y otro tipo de venta". Antes, eran fuertes en la venta de claveles a las funerarias. Ahora tienen mucho más tirón en Semana Santa.
La tercera generación de los Vea ya asoma, con una hija de los hermanos, que ha empezado a trabajar en el negocio.
Destrozos en 400 hectáreas de Chipiona
Chipiona tiene sembradas unas 500 hectáreas de flor cortada que, dependiendo de la zona, se han visto más o menos afectadas por las fuertes lluvias de marzo.
La subida del nivel freático del acuífero de Chipiona mantiene inundadas unas 400 hectáreas del término municipal, entre las que hay flor cortada, hortalizas y frutas.

Sindicatos agrarios como Asaja cifran en 900.000 euros el alcance de los destrozos provocados por el tren de borrascas en la Costa Noroeste de Cádiz. La campiña de Jerez, con 1,9 millones, y la Sierra de Cádiz, con 1,6 millones, la superan en pérdidas.
Por su parte, la Asociación Agricultores Costa Noroeste de Cádiz sigue recabando datos para cuantificar unos daños que se reparten de manera desigual.
"Hay agricultores con matthiolas que han perdido el 80% de su producción", calcula Luis Manuel Rivera, responsable de flor cortada en COAG Andalucía.
Aunque a pesar del susto, los floristas de la zona, y en general de Andalucía, mantienen que la campaña de Semana Santa será similar a la del año anterior.
El precio de la flor se mantiene estable, aunque haya casos, como el de los crisantemos, con subidas de hasta el 15%. Pero dice Luis Manuel Rivera que espera que se pueda vende "prácticamente toda" la producción sembrada.