Alberto y Eva María, EntreNaranjos (Jerez)
Un coqueto establecimiento en pleno centro histórico donde tomar un buen café y un bollo gallego para empezar el día. Es la propuesta de Alberto Abucha y Eva María, que abrieron EntreNaranjos en agosto de 2017 este pequeño local especializado en desayunos en la calle San Pablo, en Jerez. Ellos ven el despertar de una ciudad que no arranca la rutina sin un buen café en una mano y una tostada en la otra. La pareja encargada lleva por bandera este momento que se disfruta con la caricia del sol o el roce de la lluvia. Son testigos de Jeováh y llevan más de 5 años compaginando esta cafetería con su labor social.
Javier y Maribel, Bendita Taberna (El Puerto)
Marisco y pescado “al alcance de todo el mundo” en Puerto Escondido, en El Puerto. Javier Ruiz y Maribel Álvarez regentan Bendita Taberna, un local que ya se ha hecho un hueco en la hostelería del centro. Todo surgió a raíz de la pescadería familiar de ella, con varios establecimientos en la ciudad, de donde proceden las galeras, el producto estrella del lugar, erizos de mar, bueyes, langostas, bogavantes o navajas. La pareja apostó por este bar abierto en 2022 que sirve en cartuchos y alegra paladares con productos del mar cocinados con cariño.
Lorena y Daniel, Gastrocook (Castellar Nuevo)
Paladares exquisitos y mucho amor en un obrador escuela en Castellar que revoluciona la alta pastelería. Lorena Barroso, de 36 años, y Daniel Rivera, de 38, iniciaron en 2016 Gastrokook, un proyecto que combina dulces franceses, bollería y panadería con la formación de profesionales. La pareja formada por un linense y una gaditana ha traído a este pueblo su primera pastelería gourmet con un obrador que funciona a diario para preparar los mousses, las tartaletas o la tarta de queso, se suman los croissants de masas fermentadas. Sus caminos se cruzaron en el máster de Dirección Hotelera donde surgió el amor y acabaron con las manos en la masa.
Sandra y Lucas, Papaya XL (Jerez)
Sandra Trillo, de 30 años, y Lucas Toledo, de 38, son dos jerezanos que rompen con los estereotipos sobre el cuerpo a través de 'Tik Tok'. Esta pareja influencer, además de crear vídeos para su cuenta Papaya XL, con millones de reproducciones, sacan adelante una tienda erótica online con el mismo nombre. Su amor no entiende de condición física. Ella sufrió obesidad mórbida extrema, llegando a pesar más de 175 kilos hasta que se sometió a una operación de manga gástrica. Nada de esto influyó en el corazón de Lucas, que se enamoró de ella y se sumó a los vídeos para romper de una vez por todas con los prejuicios. Su cariño es más fuerte que cualquier ojo manchado de crueldad. “Sandra tiene sus pieles, pero a mí eso ni me importó, ni me importa”, dice él.
Marina y Darío, New Wind (El Puerto)
La jerezana Marina Ramos, psicóloga de 42 años, y el italiano Darío Richardi, fotógrafo de 50, se mudaron a El Puerto para tomar el relevo de New Wind, un bar ubicado en el paseo marítimo de Valdelagrana donde ofrecen bebidas “de autor” elaboradas con marcas italianas e internacionales poco conocidas en la zona. El negocio surgió durante el confinamiento en Turín, tierra natal de él. Pero el amor entre ellos ya había triunfado antes, cuando coincidieron en la playa de la Victoria de Cádiz. Se conocieron y, apostaron por el sur. Ella nunca había trabajado en hostelería, sector en el que él sí se mueve como pez en el agua desde hace más de 30 años. En su barra combinan vinos y brandys para crear cócteles originales.
Pilar y Davide, Gutini (Cádiz)
Pilar Gutiérrez, gaditana de 32 años, y Davide Meschini, italiano de 34, abrieron en el mercado de Cádiz, Gutini, una croquetería que sirve este aperitivo en cartones de huevos desde hace dos años. Es el primer proyecto de esta pareja que se conoció en 2016. Ella, en cuanto acabó sus estudios de Diseño gráfico, decidió viajar a Londres para abrirse camino. “Al final acabé en la hostelería y me enamoré de ella”, comenta. Pero no solo sintió mariposas en el estómago por este oficio, sino también por un joven que se ganaba la vida en el mismo restaurante. “Ella trabajaba en la cocina y yo en la sala”, recuerda Davide. Tras cuatro años entre ingleses, se mudaron a Roma, pero al poco tiempo llegó la pandemia y acabaron en Cádiz. Su amor se refleja no solo en las croquetas rellenas con recetas italianas, sino también en el nombre del negocio. Gutini es la palabra que se obtiene al mezclar sus primeros apellidos.
Juan Antonio e Isabel, Salsas Cantizano (Paterna)
Las salsas y los patés vegetales fueron el ‘salvavidas’ del jerezano Juan Antonio Cantizano y la paternera Isabel María Pérez, un matrimonio que supo salir adelante tras quedarse en el paro. Recolectan a diario hortalizas que siembran con mimo en La Barca y, las trocean y mezclan en la fábrica artesana. La pareja no se rindió hasta que Salsas Cantizano no vio la luz y, desde entonces, ha logrado agradar a muchos paladares. Sus productos caseros ya han triunfado hasta en Estados Unidos.
Mónica y Robinson, Black & White (El Puerto)
Black & White es el café con repostería casera de Mónica Martín-Arroyo, portuense de 48 años, y su marido Robinson Alcántara, de 49, nacido en República Dominicana. Juntos transformaron tras el confinamiento el restaurante donde funcionó más de 30 años la Venta Durango, regentado por el padre de ella. Y se ha convertido en una cafetería especial donde tomar un dulce recién horneado entre cortinas de flores. En marzo de 2015 el local pasó a ser otro restaurante, pero la pandemia dio un giro al concepto y en 2020 empezaron a ofrecer desayunos, brunch y meriendas. En las mesas no faltan ni flores, ni tarta de zanahoria ni rollitos de canela. El nombre del negocio también está relacionado con su historia de amor. “Se nos ocurrió estando de vacaciones en su país, el logo de nuestro hotel era blanco y negro, super bonito y nos gustó. Además, somos él y yo”, contaban.
Esaúl y Emilia, Tapaboca (Rota)
En este pequeñísimo bar se hacen maravillas con las manos y el corazón. Los roteños Emilia Paredes, de 50 años, criada en Cataluña, y Esaúl Martín, de 41, inauguraron en 2021 Tapaboca, un local en el centro de Rota donde ofrecen platos tradicionales actualizados para poner en valor la cocina autóctona que convive con las pizzas americanas. Ella viene del mundo del estilismo y él, es un cocinero reconocido en la zona con un bagaje extenso. Como les encanta la hostelería, apostaron por iniciar una aventura laboral juntos, más allá del amor que se tienen desde hace ya cinco años. El cariño brotó en el mercado de abastos de Rota, donde ella había abierto la primera vermutería de la zona, Ciento volando, y él, el puesto Taller de tapas. En Tapaboca, todas las recetas con atún son las estrellas, es la especialidad y la sirven de formas muy variadas. La pareja va a diario a la lonja a comprar pescado fresco y utiliza las frutas y verduras de los vecinos que trabajan con huertas
Jose Antonio y Nuria, La Micaela (El Puerto)
Sus estrellas son los huevos a la Micaela y el arroz salvaje. Dos platos de los que enamorarse en este restaurante que cumple 11 años en El Puerto. Allí se respira el afecto que se tienen el sevillano Jose Antonio Paguillo, de 50 años, y la sanluqueña Nuria Racero, de 42. Esta pareja que se dedica a la hostelería desde los 18 cocina con amor los casi medio centenar de platos fusionados que ofrecen en su carta, o fuera de ella. Aunque son andaluces, se conocieron en la Plaza de la Independencia de Gerona, ubicación en la que ambos estaban trabajando en 2005. “Yo le eché el ojo, o ella me lo echó a mí”, ríe José, que estaba en el bar de enfrente de ella. En 2013 nació La Micaela con cocina de autor “muy nuestra y muy personal”.
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