No habían pasado tres días del ataque mortal en Barbate contra una patrullera de la Guardia Civil, que sesgó la vida de dos agentes, y los narcos seguían a lo suyo, surcando con cientos de kilos de hachís las aguas de la provincia de Cádiz.
El 11 de febrero, tan solo dos días después de la tragedia de Barbate, dos pequeñas zodiac de los GEAS (Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas), similar a la de Barbate, tuvieron que enfrentarse a una narcolancha de gran potencia en la playa de Sancti Petri, como recoge Vozpópuli.
Y a principios de semana, una embarcación de narcotraficantes trataba de escapar a toda velocidad en la desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Todo esto, con un helicóptero y un todoterreno de la Benemérita siguiéndoles el rastro.
Al notar la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los narcos arrojaron al mar parte de la droga que transportaban. Casi 300 kilos pudieron ser recuperados, aunque los agentes no lograron dar caza a los narcos, que escaparon rumbo a Chipiona.
En la playa de Bajo de Guía, donde tiene lugar la persecución, varias personas también salieron corriendo al notar la presencia policial.