La Policía Nacional ha detenido en San Martín del Tesorillo, en la provincia de Cádiz, a dos personas acusadas de múltiples estafas en obras de construcción y de emplear a trabajadores inmigrantes en situación irregular. A ambos se les imputan delitos contra los derechos de los trabajadores, los derechos de los ciudadanos extranjeros y un delito de estafa.
La investigación comenzó tras una denuncia presentada en enero por un trabajador del sector de la construcción, quien aseguró estar siendo explotado laboralmente por el propietario de una empresa con sede en la localidad gaditana. Las pesquisas policiales revelaron la existencia de una supuesta empresa fraudulenta, sin registro oficial, que operaba de forma clandestina.
Dicha empresa se promocionaba en redes sociales como un negocio serio y con experiencia en el sector. Utilizaban estos canales para captar clientes, a quienes presentaban presupuestos aparentemente legales, incluyendo partidas como el IVA, lo que generaba una falsa sensación de legalidad y confianza.
Obras sin terminar, sueldos impagados y condiciones peligrosas
Tras recibir los adelantos económicos de los clientes, los detenidos iniciaban los trabajos utilizando mano de obra no cualificada y en muchos casos sin contrato y en situación irregular. Según relata la Policía, estos trabajadores no recibían salario alguno, debían costearse sus propios materiales y además carecían de formación en construcción, lo que aumentaba el riesgo de errores graves en las obras.
Los investigados abandonaban los proyectos sin previo aviso, alegando diversas excusas y dejando tras de sí importantes perjuicios económicos. Los afectados, al no existir bienes a nombre del empresario ni documentación oficial, no podían reclamar compensaciones legales.
Además, la Policía ha destacado que en los trabajos ejecutados no se cumplían las mínimas medidas de seguridad, especialmente en alturas, lo que ponía en grave peligro la integridad física de los empleados. En uno de los casos, una vivienda en construcción se derrumbó por falta de pilares, lo que demuestra el alcance del fraude.
Más de 30 trabajadores y 50.000 euros en daños
Durante la investigación se identificó a 33 personas que trabajaron para esta falsa empresa y al menos cinco clientes que sufrieron pérdidas superiores a los 50.000 euros. Algunos de los trabajadores denunciaron también haber sido intimidados e incluso agredidos para evitar que denunciaran la situación.
En la fase final del operativo, los agentes registraron el domicilio del principal implicado, donde hallaron material publicitario, documentos con deudas pendientes, presupuestos, facturas, dinero en efectivo y otros elementos vinculados con la actividad fraudulenta.
Entre lo incautado, la Policía encontró una placa emblema simulada de la Policía Nacional, que se sospecha fue utilizada por el detenido para infundir temor a los trabajadores, haciéndoles creer que tenía influencias dentro del cuerpo. Esta afirmación, recalca la Policía, es totalmente falsa.
La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones o imputaciones en un caso que, según las autoridades, refleja un claro patrón de explotación laboral, fraude económico y abuso de poder.