En el marco del despligue de un escudo antimisiles ante la posible amenaza a la OTAN, Estados Unidos envió el pasado 27 de abril un nuevo destructor a la base naval de Rota. Así, la armada norteamericana incorporará una embarcación más a las cuatro ya existentes dentro de la base, un cuerpo al que llama Fuerza Naval de Despliegue.
El destructor USS Paul Ignatius (DDG 117) partió hace ya un mes de Mayport, en Florida, siendo uno de los cambios de puerto programados para "apoyar el plan a largo plazo de la marina de Estados Unidos" con objeto de "rotar gradualmente los destructores con base en Rota", según recoge la propia US Navy.
En declaraciones de la propia armada norteamericana, Aaron Arky, comandante del Paul Ignatius, dijo que es uno "de los más nuevos y avanzados destructores de la Marina. Estamos dando mucha capacidad al área de operaciones de la Sexta Flota de Estados Unidos". El destructor forma parte de la clase Arleigh Burke y está dentro de la variante IIA Technology Insertion. En 2016 se botó y en 2019 entró en servicio, con objeto de partir hacia España.
Su nombre es un homenaje al ex secretario de la Marina Paul Ignatius, y según el propio ejército estadounidense busca afianzar la determinación, "fortalecer alianzas, disuadir a adversarios potenciales y mejorar la capacidad de responder rápidamente a las contingencias". "Rota ofrece una instalación portuaria de clase mundial que brinda una excelente ubicación para que los barcos multimisión Aegis respalden las misiones, los ejercicios y los compromisos de la OTAN y de Estados Unidos", añaden.
Cabe recordar que la iniciativa de que Rota formara parte del escudo antimisiles balísticos tomó forma en 2009 bajo el gobierno de Barack Obama, antes del deterioro progresivo de las relaciones con la Rusia de Putin, cuya escalada en la tensión ha llegado a su cénit tras la invasión de Ucrania. Rota espera la llegada de este quinto destructor para mediados de junio.