El primer Toro del Aleluya en Arcos terminó en caos este Sábado Santo, cuando el astado 'Infinito' rompió la valla de protección y embistió contra la zona donde se congregaban espectadores. El incidente provocó una estampida y dejó varios heridos, entre ellos una mujer con una herida grave que requirió un torniquete de emergencia para salvar su vida, según confirmaron a este periódico fuentes de la Comandancia de Cádiz.
El alcalde de Arcos, Miguel Rodríguez, restó gravedad al suceso, afirmando que las lesiones fueron "cosas menores" dentro de lo que podría haber ocurrido. "No tenemos que lamentar ninguna tragedia demasiado grave", declaró. Sin embargo, testigos y autoridades contradicen esta versión: un agente de seguridad de Villamartín aplicó un torniquete táctico a una mujer cuya herida fue descrita como "impresionante", evitando un desenlace fatal. "Eso le salvó la vida a la mujer", señalan desde la Guardia Civil.
El pánico se desató entre asistentes que, en su mayoría, no participaban activamente en el festejo. "Fue terrorífico. Quien se mete en el recorrido sabe el riesgo, pero había familias y mayores en bares o paseando. Esas personas no deberían correr peligro", relató un testigo. El toro, tras saltar la barrera, avanzó varios metros entre la multitud antes de ser controlado.
Rodríguez defendió las medidas de seguridad, asegurando que el vallado cumplía con la normativa. "Tenemos certificados técnicos que garantizan que estaba montado correctamente. Se revisó previamente con policía local, el ayuntamiento y la empresa adjudicataria", explicó. No obstante, admitió que el animal impactó "justo en el centro del vallado", un hecho que calificó de "percance excepcional".
Debate sobre la seguridad
El regente comparó el incidente con accidentes en plazas de toros: "Aunque todo esté atado, se rompen tablas o caen caballos". Pese a sus declaraciones, el suceso reabre el debate sobre la seguridad en eventos taurinos populares, donde espectadores y viandantes comparten espacio con los animales.
Mientras Arcos evaluaba los daños, otras localidades gaditanas como Paterna de Rivera, Los Barrios, Vejer de la Frontera y Benamahoma celebraban sin incidentes sus tradicionales sueltas de toros, conocidas como Embolao o de Cuerda. Estos festejos, arraigados en la provincia, atraen a miles de personas cada Semana Santa.
Las autoridades no han detallado si se abrirá una investigación sobre el fallo en el vallado, aunque fuentes municipales insisten en que se siguieron todos los protocolos. Por ahora, no se han anunciado cambios en la organización futura de los festejos.