Hasta hace unos meses, en las calles de San Fernando había más presencia del verdugo que de la víctima. La estatua del General Varela presidía la plaza más importante de la ciudad, frente al ayuntamiento. La ley de Memoria Histórica y Democrática ha obligado al gobierno municipal a retirar este homenaje al golpista isleño.
Durante muchos años, mientras Varela montado en su caballo era visible en la plaza del Rey, los restos de Cayetano Roldán, último alcalde republicano de La Isla, fusilado tras negarse a entregar la ciudad al bando franquista, seguían desaparecidos. Recientemente, los trabajos en una fosa común dieron con unos huesos que podían pertenecer a Cayetano Roldán. Esta misma semana se ha confirmado. Tras la noticia, el gobierno municipal de San Fernando (PSOE) ha anunciado que habrá un acto para enterrar con honores al último alcalde republicano que tuvo la ciudad.
Roldán nació en 1882 en San Fernando, dentro de una familia liberal burguesa. Su padre fue alcalde de La Isla algunos años antes de que él llegara al Ayuntamiento de la mano de Izquierda Republicana y fuera nombrado alcalde el 28 de febrero de 1936. De la misma forma, ambos compartieron la profesión de medicina. Esto provocó un hecho histórico que hiela la sangre.
El escritor José Casado Montado, pionero en la recuperación de la Memoria Histórica isleña, narra en uno de sus libros las últimas palabras de Cayetano Roldán antes de ser asesinado por unos jóvenes franquistas el 28 de octubre de 1936 con 54 años de edad y tras 112 días en prisión siendo torturado. "Me vas a quitar la vida, a mí, que te saqué del vientre de tu madre. Bien, hacedlo, pero a mis hijos no tocarlos, por favor, que son inocentes". La narración cuenta que el asesino, antes de disparar, reconoció que ya había matado a tres hijos varones de 28, 26 y 19 años. En total había tenido ocho: Manuel, Juan, Catalina, Clara, Carmen, Cayetano, Teresa y Dolores. Esta última falleció en 2016.
Una de las teorías que se manejan sobre la tardanza para asesinarlo es que el hecho de que se pudiera enterar la ciudadanía isleña podía provocar una rebelión en la ciudad contra los golpistas. En los pocos meses que estuvo al frente del Ayuntamiento fue capaz de desarrollar medidas educativas y sociales para la ciudad que se unieron a las mejoras que ya había realizado su padre.
El propio Casado Montado señala en su libro Trigo Tronzado. Crónicas silenciadas y comentarios que el buen hacer de Roldán como alcalde se trasladaba también a su profesión al tratar a personas que no podían pagarle. "Un hombre, de unas cualidades humanas extraordinarias, que era médico de los pobres, que no cobraba cuando iba a partear a Villalatas y encima, le entregaba un duro de plata para que pusieran un puchero...", señala el relato. Patricia Fernández Marín, en un texto publicado sobre Cayetano Roldán en 2012 indica que hay indicios para pensar que el alcalde de San Fernando también pertenecía a una logia masónica.
Esta misma autora destaca los intentos de Cayetano Roldán de mantener el orden legal en La Isla hasta el último momento. Sin embargo, tanto él como su Corporación Municipal fueron detenidos de forma violenta el 18 de julio de 1936 y llevados a la prisión del ayuntamiento. Ese mismo día los golpistas sustituyeron la bandera republicana del Ayuntamiento por la bandera rojigualda.
El recuerdo en la ciudad
Si bien con su entierro llegará el homenaje definitivo, lo cierto es que la figura de Cayetano Roldán está presente en las calles de San Fernando desde hace muchos años, aunque haya quien todavía no sea consciente de qué significó concretamente su figura en la ciudad.
Honrando a su profesión como médico, el principal centro de salud de la ciudad, situado junto a la Venta de Vargas o el Centro de Interpretación Camarón de la Isla, lleva el nombre de Cayetano Roldán. A esto hay que sumarle el nombre de la avenida que conecta Pery Junquera con la calle Colón.
Precisamente, esta avenida queda muy cerca del último homenaje que se le realizó en San Fernando al último alcalde republicano. En 2019, dos nietas del político, Ángeles y María Fernández Roldán participaron en la inauguración de un busto de Cayetano Roldán. La alcaldesa, Patricia Cavada, manifestó en aquel acto que "Cayetano Roldán fue un hombre bueno, republicano y de izquierdas, cabeza visible de un Ayuntamiento que velaba por sus paisanos, y un isleño muy querido por todos". Aunque parecía que sería el último homenaje, cuatro años después de aquel momento llegará la reparación definitiva de una familia represaliada por el Franquismo.