Conforme avanza el verano y las lluvias son menos previsibles, los embalses continúan a la baja hasta niveles más que preocupantes. El de Guadalcacín, el de mayor capacidad de toda la provincia, se sitúa al 20,12% lo que se traduce en 233 hectómetros cúbicos de agua almacenada. Hay que tener en cuenta que el máximo nivel de Guadalcacín es de 800 hectómetros cúbicos.
En el siguiente cuadro, de la Consejería de Agricultura, actualizado a este lunes día 14, se aprecia el estado de cada uno de los emblases que abastecen a la provincia. En su conjunto, el agua almacenada llega a casi 511 hectómetros cúbicos:
El nivel de este es tal que ya deja ver la estructura de la antigua presa construida en 1922 y que quedó oculta tras la construcción de la actual. Se diseñó durante la sequía de 1993 y se unió a las obras de emergencia que se hicieron junto a la presa de Zahara-El Gastor, en 1993, y la presa de Barbate en1995. Del embalse se benefician a unos a 2500 agricultores que siembran 11.700 hectáreas de regadíos dependientes de la Comunidad de Regantes del Guadalcacín desde hace más de 80 años.
Otro de los embalses que está en mínimos es el de Bornos. Actualmente el agua retenida apenas si sobrepasa el 10%, lo que se traduce en 25,69 hectómetros cúbicos. La capacidad total de esta presa es de 444 hectómetros, prácticamente la mitad que el de Guadalcacín. Sin embargo, los bornichos más veteranos cuentan que lo han visto con menos agua que ahora.
Otro dato que habla por sí solo de la gravedad de la sequía es el aspecto que presenta el manantial del Tempul en el que penas se ve correr el agua, “parece que el agua estancada”, señalan los habituales senderistas que suelen pasar por la zona, Lo cierto es, como se puede ver en el reportaje gráfico, lo que antes era un vergel de agua y vegetación hora no es más que un hilo de agua que se estanca pocos metros después de su salida al exterior.
Estos niveles paupérrimos se repiten por todas cuencas andaluzas lo que está obligando a tomar medidas. Es el caso del Ayuntamiento de Cádiz que desde ese el lunes ha cortado el agua en las duchas de sus playas, del mismo modo que están haciendo numerosos municipios costeros. Otro frente muy afectado, como ya se conoce desde hace varios meses, es el agrícola y ganadero que acumulan pérdidas de cosechas y falta de pastos para el ganado.
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