Las fuertes lluvias de marzo y principios de abril han dejado un estallido verde esta primavera en muchos puntos de Andalucía. Uno de ellos se encuentra en el Parque Natural de Grazalema. La Sierra de Cádiz viste de verde intenso en una primavera con récord de precipitaciones.
Muchos usuarios de las redes sociales dejan constancia de ello con imágenes espectaculares de diferentes zonas de este monumento natural de la provincia de Cádiz. Es el caso de la ruta del Molino del Susto, entre Grazalema y Benamahoma. Se trata de uno de los senderos más frecuentados de la Sierra, ya que la facilidad de su recorrido va en consonancia con las maravillas que pueden contemplarse a su paso.

Destruido tras la Guerra Civil, el viejo molino se presenta fantasmagórico y repleto de un verdor de plantas y musgos. Las fotos que ha subido Jose Damian Morillo Mora al grupo Senderismo Málaga en Facebook esta Semana Santa reflejan el intenso rebrotar que vive este paraje de la SIerra de Cádiz estos días.
Cómo llegar al Molino del Susto
El sendero comienza en el casco urbano de Benamahoma, pedanía del municipio de Grazalema, ascendiendo por la ladera occidental del Cerro de la Atalaya hasta alcanzar su cumbre, donde se encuentran los restos de una antigua torre defensiva de origen musulmán.
Desde este punto, se disfruta de vistas panorámicas del entorno. La ruta desciende por la cara oriental del cerro, adentrándose en un frondoso bosque de encinas y quejigos, hasta conectar con el Sendero del Descansadero, que conduce al emblemático Molino del Susto.
Este molino, construido a principios del siglo XVII, aprovechaba la fuerza del arroyo del Descansadero para moler grano. Aunque actualmente se encuentra en ruinas, su estructura cubierta de musgo y líquenes, junto con el sonido del agua cayendo en cascada, le confiere un aire misterioso que ha dado lugar a diversas leyendas locales.
Flora, fauna y patrimonio etnográfico
Durante el recorrido, es común avistar especies como el petirrojo, la lavandera cascadeña o el martín pescador, especialmente en primavera y verano. Además, se pueden observar restos de antiguas caleras, utilizadas antaño para la producción de cal, y disfrutar de la rica vegetación de la zona, que incluye chopos, fresnos y olmos.
La ruta es especialmente recomendable en primavera y otoño, cuando el clima es más suave y el paisaje se muestra en todo su esplendor. Para quienes deseen una experiencia más completa, es posible combinar este sendero con el Sendero del Río Majaceite, que une Benamahoma con El Bosque, ofreciendo una visión más amplia de la riqueza natural y cultural de la Sierra de Grazalema.