Los vecinos de la barriada de La Feria en El Bosque están de enhorabuena porque, como ha podido sabber lavozdelsur.es, al fin han dado comienzo las obras que pretenden afianzar el terreno sobre el que se sitúan sus viviendas y rehabilitar las mismas.
Hace aproximadamente cuatro años el suelo donde estaban edificadas un total de 20 casas comenzó a desprenderse ladera abajo debido a la acción de los caños desbocados de agua subterránea que corrían bajo tierra. La velocidad con la que se produjo pilló por sorpresa a los vecinos que casi de un día para otro se encontraron con grandes escalones en plena calle y con grandes grietas que atravesaban sus hogares.
El Ayuntamiento local con Pilar García a la cabeza se movilizó rápidamente para pedir ayuda a las administraciones, recibiendo una primera respuesta de la Diputación de Cádiz que encargó un estudio sobre la situación del terreno. El gobierno municipal llegó a solicitar la declaración de esta parte del pueblo como zona catastrófica, pero esto nunca llegó a producirse. Ahora, la regidora socialista aplaude al hablar con este periódico que "aunque tendrían que haber empezado hace tiempo por diferentes problemas las obras no han podido iniciarse hasta ahora, pero ya están en marcha que es lo importante".
El Gobierno Central se hizo cargo de la actuación sobre esta zona, que en un principio estaba presupuestada en un millón de euros. Sin embargo, como explica la alcaldesa, "la subida de precios encareció los materiales y la inversión total se duplicó, por lo que hubo que que rehacer un poco el proyecto".
Tras este primer inconveniente se produjo otro que entorpeció el proceso. En la zona donde se iba a llevar a cabo la primera fase colocando una pantalla de pilotes para retener el terreno encontraron una línea de cableado eléctrico perteneciente a Endesa. "Antes de hacer nada teníamos que anular esa línea y plantear un trazado alternativo para no dejar a los vecinos sin luz", explica la dirigente de la localidad.
La opción que plantearon era lanzar ese cable por la fachada de algunos edificios, pero para ellos tenían que obtener antes la aprobación de los mismos. Afortunadamente "se msotraron colaborativos y aceptaron". De este modo y tras superar varios recovecos por fin han podido dar inicio a la primera fase de las obras.
"Los trabajos para cavar las zanjas y desviar la línea eléctrica durarán lo que queda de esta semana y probablemente los primeros días de la siguiente", avanza García, quien indica que "paralelamente estamos acotando y vallando la zona y reestructurando el tráfico para que los coches no puedan entrar, además de planificar el transplante de varias palmeras y olivos previo al desbroce de todo el entorno".
El siguiente paso será el de "colocar las pantallas de pilotes para frenar el terreno y hacer los diferentes pozos drenantes para reconducir todas las aguas que ahora mismo no están canalizadas". Tras esto será el momento de dar el último paso, principalmente estético, que permita culminar esta intervención y la posterior petición de subvenciones para proceder a reparar los daños que se han causado en estos hogares.
Pilar García confirma que "la previsión es que estos trabajos duren unos nueve meses". La alcaldesa se reunió hace una semana con los vecinos afectados para trasladarles toda la información relativa a las diferentes fases que iban a llevarse a cabo y, como ellos en su momento, admite que se siente "aliviada", porque "había una preocupación muy grande. Por suerte nunca fue necesario que nadie tuviera que abandonar su vivienda pero es cierto que algunas están muy deterioradas y se veía claramente cómo los desperfectos iban cada vez a más".
Ahora, la inquietud de los residentes de La Feria es la entrada de maquinaria de bastante peso en este entorno tan afectado. La alcaldesa remarca que "no hay otra opción", ya que la situación es muy delicada y requiere actuar a conciencia para evitar que puedan reproducirse estos corrimientos de tierra.