La presidenta de Diputación de Cádiz, Almudena Martínez del Junco, y el alcalde de Grazalema, Carlos García Ramírez, han suscrito el convenio que regula la concesión de 27.500 euros por parte de la institución provincial para crear el Parque de la Memoria en el antiguo cementerio de Benamahoma.
Este acuerdo cierra un ciclo: el que se inició en el periodo 2017-2019 cuando se resolvieron las intervenciones científicas que permitieron localizar y delimitar –en el citado enclave- 16 fosas comunes con los restos de 67 personas represaliadas. Las tareas de exhumación, el estudio antropológico de las osamentas y la toma de muestras para los análisis de identificación genética fueron financiados por el Servicio de Memoria Histórica y Democrática de Diputación. El mismo Servicio que, bajo la coordinación del vicepresidente segundo, Javier Vidal, asume ahora la cobertura económica para llevar a cabo el Parque de la Memoria.
El Ayuntamiento de Grazalema ha diseñado los siguientes elementos para dignificar el lugar donde se asentaba el antiguo cementerio de Benamahoma. Con la aportación de Diputación se habilitará un pequeño recorrido por el Parque mediante un camino de tierra; se plantea una siembra de árboles y plantas acordes con el entorno; serán señalizados los puntos donde se hallaron las fosas; también se instalarán bancos con revestimientos de piedra, además de renovar la empalizada del perímetro. En el mismo lugar ya se intervino, hace años, para crear un Parque de la Memoria si bien esa primera actuación no perduró tras confirmarse la localización de las fosas que motivaron las campañas de exhumación.
La aparición de los restos de represaliados, bajo el antiguo cementerio de Benamahoma, confirmó que dicho paraje fue un centro de ejecución tras el golpe de Estado que precipitó la Guerra Civil española. Esta población grazalemeña sufrió una violenta represión, por parte del responsable local de la Guardia Civil –el cabo Juan Vadillo- y la centuria falangista de Los Leones de Rota (según investigaciones publicadas por historiadores como Enrique Espinosa o el propio Procedimiento Sumarísimo 1098 del año 1940). Además de habitantes de Las Huertas, en Benamahoma fueron fusilados vecinos de poblaciones limítrofes como Villamartín, Prado del Rey o El Bosque.
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