Este lunes 13 de mayo se conmemoraba el Día de la Virgen de Fátima, una de las figuras más icónicas de la Iglesia Católica. La celebración de esta festividad religiosa nació tras los testimonios de Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, tres pastorcillos que aseguraron haber visto en Cova da Iria, Fátima (Portugal) a la Virgen María entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Los niños, según contaron, se encontraban junto al rebaño de la familia cuando se les presentó la Virgen. Unos testimonios que hicieron que esta advocación mariana traspasara fronteras para contar con fieles de casi todo el mundo.
A mediados de los años 50, la Virgen del Rosario de Fátima llegó desde Portugal para visitar varios pueblos de Andalucía. Uno de los municipios que celebró una procesión con la talla de la Virgen por sus calles fue Bornos.
Aquel 13 de mayo de la década de los 50 todavía sigue recordándose en dicho pueblo de la provincia de Cádiz por los supuestos milagros que hizo la Virgen, tal y como relata Bornos Secreto en redes.
Catoño, un hombre que vivía en la calle Corrales-Ancha llevó a su hijo en una gran tabla –el niño no podía caminar por una grave lesión en la columna– a la procesión. Milagrosamente, el chico empezó a andar sin problemas dos días después.
Otro hombre de la calle Jardín, conocido en el pueblo como Solís, estaba en cama desahuciado por los médicos debido a una grave enfermedad de estómago. Su mujer, Mariquita Nieto, muy religiosa, hizo rogativas a la Virgen del Rosario de Fátima y su marido vivió veinte años más.
Estos dos milagros siguen siendo recordados en el pueblo por aquellos que lo vivieron y van pasando por la tradición oral de generación en generación.
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