El Ayuntamiento de Puerto Serrano, en la provincia de Cádiz, ha rendido homenaje a Miguel Rodríguez Rivera, alcalde republicano de la localidad que fue fusilado en los días posteriores al golpe de Estado de julio de 1936. La iniciativa se enmarca en las políticas de memoria impulsadas por el actual equipo de gobierno, que busca recuperar figuras olvidadas por la historia reciente y enfrentar, desde lo institucional, el auge de discursos reaccionarios.
Coincidiendo con los actos conmemorativos del 14 de abril, el consistorio ha centrado en la figura de Rodríguez Rivera el inicio de unas Jornadas por la Memoria que se desarrollarán a lo largo del año. El homenaje ha incluido la inauguración de un busto de terracota del antiguo alcalde, obra del escultor Martín Lagares, ubicado a la entrada del propio ayuntamiento.
La escultura se ha realizado a partir de una de las escasas fotografías conservadas del que fuera dirigente local de Izquierda Republicana. Al acto asistieron familiares del homenajeado, entre ellos uno de sus nietos, además de representantes institucionales como Ana Medina, vicepresidenta de la Mancomunidad de Municipios y responsable de Memoria Democrática.
La presencia vecinal fue notable, a pesar de que el evento tenía inicialmente un carácter íntimo. Durante el acto, el alcalde actual, Daniel Pérez, recordó la figura de Rodríguez Rivera y destacó su compromiso con el municipio, subrayando las consecuencias que sufrió por llevar a cabo una política basada en la igualdad y en la defensa de los intereses populares.
Entre las iniciativas que promovió Rodríguez Rivera durante su mandato se encuentran la defensa de la titularidad pública de la casa consistorial, la creación de una plaza de abastos para evitar la intermediación privada, un plan de saneamiento que contemplaba a las zonas más desfavorecidas y un conflicto abierto con las élites locales para garantizar el acceso equitativo al agua y a las fuentes públicas.
Un busto como recuerdo
El gobierno local considera que este tipo de actuaciones reflejan la voluntad de la Segunda República de democratizar las estructuras de poder y ponerlas al servicio de la ciudadanía. Según se destacó en el acto, el antiguo alcalde se convirtió en objetivo político precisamente por ejercer su cargo con firmeza frente a los intereses dominantes en la localidad.
Tras el descubrimiento del busto, el homenaje continuó con la inauguración del Jardín de la Memoria, un espacio situado en un punto de paso obligado a la entrada del municipio. Este nuevo lugar busca recordar a quienes fueron represaliados por su defensa del régimen legítimo republicano y servir como espacio de reflexión y reconocimiento colectivo.
Desde la Mancomunidad se ha financiado parte de esta actuación. Su vicepresidenta, Ana Medina, defendió la necesidad de que las instituciones se mantengan alerta frente a los discursos que minimizan o relativizan el auge de posturas autoritarias en el contexto político actual, y subrayó que estos actos buscan cerrar heridas mediante el reconocimiento de la verdad histórica.
La jornada concluyó con palabras de agradecimiento del alcalde Daniel Pérez a las familias de los represaliados y a los historiadores que, con su labor investigadora, han permitido reconstruir parte de lo sucedido en Puerto Serrano durante la Guerra Civil y la posguerra, contribuyendo así a consolidar la memoria democrática en el municipio.