La situación del embalse de Zahara de la Sierra es preocupante. En esta época, la media de su capacidad en los últimos años estaba en el 60 por ciento; esta misma mañana, estaba en el 7 por ciento, cuenta el alcalde del municipio, Santiago Galván. Y ni siquiera es su peor porcentaje en lo que va de invierno.
"Ha estado por debajo del 4 por ciento, un nivel que no llega a las condiciones mínimas de habitabilidad para las especies", explica Galván. En este pantano, que ocupa también término municipal de El Gastor y de Algodonales, hay especies protegidas como el barbo gitano o barbo andaluz, una especie endémica de las cuencas del sur de la península ibérica. La presencia de peces muertos en la orilla se repite con frecuencia, una imagen que da fe del estado en que se encuentran las aguas de este embalse y del desabastecimiento que experimenta.
"Hemos pedido información a la Junta de Andalucía. No han venido, y no tenemos más información sobre a qué se debe esta situación", señala Galván. También han recogido firmas junto a los municipios de Algodonales y El Gastor para que descendieran los desembalses en la zona, pero no han obtenido respuesta. Mientras tanto, Zahara se ve duramente afectada por la situación del pantano. El Ayuntamiento tiene dos concesiones administrativas allí que no han podido renovar; una cuantía económica que deja de ingresar y por extensión un perjuicio para la localidad y sus habitantes.
Allí se organizaban también varias actividades y competiciones deportivas acuáticas, de kayak, paddle surf... "Actividades que tenían bastante implantación", en palabras del alcalde, y que han dejado de hacerse. El Consistorio ha tenido incluso que renunciar a la celebración de un campeonato del mundo de pesca en kayak. De esta forma, varias empresas han dejado de actuar en la zona. Lo mismo sucede con un bar restaurante cuya licitación termina en unos días y que, probablemente, quedará vacía. "Te asomas a la terraza y ves un paisaje árido, los peces muertos...", relata Galván. Algo, cuanto menos, poco atractivo para un negocio.
Todo esto tiene importantes consecuencias en el turismo y en la economía del municipio, y por supuesto, en el sentir de sus habitantes. Apenas un paseo por las redes sociales y una rápida lectura de comentarios bastan para darse cuenta de que el aspecto del pantano impacta considerablemente tanto a lugareños como a visitantes.
"Hay una cuestión sentimental también en ver el pantano así. Es una imagen desoladora, ver una pequeña lámina y el enorme corte de la profundidad que tenía antes, que se puede apreciar visualmente. Estamos en un paraje natural incomparable, con la Garganta Verde, el Pinsapar... y cuando miras alrededor es desolador", relata Galván.
El alcalde apunta que, al ser un pantano de cabecera (destinado al riego), duda de si "los agricultores querrán esta agua, con un alto componente salino".
Mayor control en los regadíos y nuevas infraestructuras y captaciones de agua
En épocas de lluvia, ha estado la compuerta abierta, incluso habiendo desbordamientos en el río, según relata Galván, algo "escandaloso" ante el estado del pantano. Para Ecologistas en Acción, se trata de una mala gestión por parte de la Junta de Andalucía, que estaría permitiendo que se destine agua a los regadíos e incluso, señalan, a una central térmica en el ámbito de la cuenca del Guadalete.
A la denuncia de los ecologistas se suman las de los pescadores de la zona, que también reclaman medidas. Por su parte, la parlamentaria socialista Irene García, que visitó el pantano junto al alcalde, Ecologistas en Acción y la asociación de pescadores de la Plataforma en Defensa de la Pesca la pasada semana, aseguró que exigirían a Juanma Moreno responsabilidades y medidas ante lo que define como "un desastre medioambiental".
Santiago Galván es contundente sobre lo que debe hacer la Junta: "Si esta situación viene de un tema de riego, habrá que controlar primero qué riegos se están permitiendo, qué tipo de productos son, qué agua requieren... Y si hay una serie de productos que requieren una determinada agua, habrá que generar controles. Solo hay que echar un vistazo a nuestro pantano para darse cuenta".
Desde el Ayuntamiento piden infraestructuras y nuevas captaciones de agua para dar respuesta y solución a esta situación. "Lo que requerimos son inversiones en materia hidráulica", ya no solo, apunta el alcalde, por el pantano, sino por el abastecimiento para el consumo humano, que también preocupa. Galván saca a colación la situación del vecino Puerto Serrano, con continuos cortes y restricciones en el consumo, y pide a la Junta "trabajar" para que lo que pasa en Puerto Serrano no se extienda a otras poblaciones.