Los astilleros de Navantia de la Bahía de Cádiz siguen protagonizando paros en protesta por la falta de un nuevo convenio colectivo y en lucha por lograr un plan estratégico. Esta semana se han celebrado asambleas y paros de dos horas en una acción consensuada a nivel intercentros.
De fondo está el deseo de la plantilla de garantizar carga de trabajo para el astillero y asegurar la continuidad de la construcción naval, una actividad que, desde el anterior plan, ha quedado en un segundo plano en favor de la eólica marina.
Las siguientes movilizaciones se realizarán en función del calendario de negociaciones entre la empresa y el comité intercentros. Si no hay un acuerdo se seguirán programando más asambles o paros, que se llevarán a cabo en el último trimestre del año.
Los trabajadores no están de acuerdo con que la construcción naval civil no sea la primera actividad, como ha sido históricamente. Los comités echan de menos una comunicación más fluida con la empresa para conocer los motivos por los que se ha dejado de apostar por la construcción civil.
El presidente del Comité Intercentros de Navantia, Arturo Martínez, ha dicho esta semana que "la eólica aporta carga de trabajo, pero lo que está aportando es una carga de trabajo que no está acorde con este astillero, que cuenta con una planta moderna y unas instalaciones de primer nivel para la construcción naval. Sobre todo, lo que estamos defendiendo es que no se hipoteque el dique exclusivamente para eólica marina flotante, impidiendo la construcción naval al mismo tiempo. Una cosa no es incompatible con la otra".