Trabajadores del sector naval en Cádiz achacan a la patronal la falta de personal: "Sobran piratas"

La coordinadora CTM asegura que "la destrucción de gremios, la falta de renovación de plantillas y la subcontratación" causan la escasez de mano de obra que ven como una excusa para incumplir convenios

Una protesta del sector naval en la planta de Navantia en San Fernando, en una imagen de archivo.

La Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) en la Bahía de Cádiz ha salido al paso de la repetida queja de la patronal, oída con insistencia en los últimos años, sobre la falta de personal cualificado para los astilleros de Cádiz, Puerto Real y San Fernando, con sus centenares de pequeñas empresas auxiliares.

"Cuando llega octubre y la faena sube, sobre todo la de reparaciones [Cádiz], la patronal comienza a cantar su propia canción del verano. Sólo que su agosto dura de octubre a mayo: faltan profesionales".

Para CTM, con esta denuncia, los empresarios tratan de tapar otros conflictos simultáneos en el sector: "Mientras tanto, en San Fernando, Ainair no paga a sus trabajadores. Antes, Navintec dejó deudas a muchos de los suyos".

"En Puerto Real, Irluc amagó con no pagar y despide a trabajadores mientras están de baja médica, Salvicon, salió disparada de Dragados y ya ha empezado la faena en la cárcel de Astilleros de Cádiz…Lo que sobran son piratas".

La patronal, encarnada en la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca) "lleva 15 años advirtiendo de la falta de profesionales pero no se gasta un euro en formación", denuncia este colectivo sindical, con representación en el comité de empresa de Navantia San Fernando.

"Culpabilizan a los jóvenes por no estudiar y dicen que ofrecen el convenio más alto de España ¿Qué convenio? ¿El que permite trabajar 20 días seguidos de 7 de la mañana a 7 de la tarde?. Muy atractivo para la juventud", ironiza CTM.

Según esta coordinadora, las empresas también alertan de un "problema vocacional" pero, alega,"un joven sin experiencia, es imposible que tenga vocación a no ser que un jefe de Navantia o Dragados se la haya trasladado por corriente alterna o continúa".

"Los jóvenes que entran a trabajar, con poca experiencia o en lugares en los que no es necesaria mucha cualificación, acaban desesperados porque saben que nunca podrán competir con el hijo de un jefe de Navantia. Después de acabar siete u ocho veces parado en el año, terminan de repartidores o en la hostelería que es mucho más estable y no hay tanta vocación".

"Los jóvenes que entran, con poca experiencia o cualificación, acaban desesperados porque saben que nunca podrán competir con el hijo de un jefe"

La denuncia de CTME afirma que "en las grandes factorías, los jefes de las empresas principales, imponen sus listas de trabajadores a las auxiliares de manera descarada. Da igual que aprendan, da igual que se conviertan en grandes profesionales".

Como sucede "en la hostelería", la amenaza de traer trabajadores de otros países incurre en un posible sesgo clasista: "¿De qué países hablan? ¿Soldadores franceses? ¿Tuberos alemanes? ¿Camareros noruegos?".

Este grupo sindical asegura que la dirección de Navantia secunda el argumento de que faltan "6.000 profesionales ¡Y se quedan tan tranquilos!, como si el astillero no lo dirigieran ellos, como si la minimización de la plantilla principal hubiera sido por mandato divino. Como si la destrucción de los gremios, la falta de renovación de las plantillas o el modelo de subcontratación, lo hubieran hecho motu proprio los trabajadores".

CTM afirma que "las empresas principales minimizan su plantilla directa en la que cada vez hay más personal de oficina o jefes, con unos derechos más o menos aceptables y cumpliendo su convenio al cien por cien".

"Subcontratan el trabajo, en muchos casos, a bajo costo y las auxiliares terminan incumpliendo el convenio o desaparecen dejando tirados a los trabajadores. Buscan, a través de las empresas auxiliares, trabajadores a demanda. Jornaleros del siglo XXI. Cuando hay trabajo lo tienen a su disposición y cuando no, se deshacen de ellos".

La coordinadora lamenta que aunque Navantia "hable de necesitar 6.000 profesioanles para las grandes factorías, las altas y bajas no van a ser reguladas por una bolsa de trabajo, van a ser contratados por las auxiliares".

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