Ir al contenido

La llegada de abril, con el frescor dejado por las lluvias de febrero y marzo, marca el momento ideal para explorar algunos de los enclaves naturales más impresionantes de la provincia de Cádiz. Desde bosques de ribera hasta gargantas escondidas, la diversidad de rutas ofrece opciones para todos los amantes del senderismo y la naturaleza.

Con la primavera en su esplendor, estas rutas no solo ofrecen ejercicio y aire libre, sino también una inmersión en la historia, la leyenda y los paisajes más auténticos de Cádiz. Hay tres opciones que pueden ser muy interesantes, siempre que el tiempo respete. 

Las lluvias de marzo han dejado los ríos con buen caudal y por eso es la mejor época para conocerlo. Hay que tener en cuenta que algunos accesos requieren vehículo, como la Garganta del Capitán y zonas como Los Alcornocales necesitan una autorización previa. Cádiz ofrece una de las experiencias naturales más sorprendentes de Andalucía. 

Río Majaceite: un paseo entre molinos y bosques frescos

En el corazón del Parque Natural Sierra de Grazalema, el sendero del río Majaceite une los pueblos de Benamahoma y El Bosque en un recorrido de 5,3 kilómetros (unas dos horas). El camino, que parte junto al Ecomuseo del Agua (antiguo molino rehabilitado), serpentea junto a una frondosa vegetación de chopos, sauces y madreselvas que proporcionan sombra incluso en verano. A lo largo del trayecto, los restos de molinos y batanes recuerdan el pasado industrial de la zona. Antes de llegar a El Bosque, el senderista puede disfrutar de vistas al bosque de ribera y a la Sierra del Pinar, además de visitar el Jardín Botánico El Castillejo. El final del trayecto recompensa con la gastronomía local, destacando los quesos de oveja merina.

La garganta del capitán en una imagen reciente.
La Garganta del Capitán, una cita obligada.

La Garganta del Capitán: un viaje al bosque mediterráneo salvaje

Dentro del Parque Natural Los Alcornocales, la Garganta del Capitán es uno de los espacios mejor conservados del Mediterráneo andaluz. Esta ruta de 12 kilómetros (ida y vuelta) comienza cerca del Centro Penitenciario Botafuegos y atraviesa bosques de laurisilva, alcornoques y quejigos, hábitat del amenazado corzo andaluz. El sendero, sombreado y fresco, lleva hasta una cascada que forma una poza natural, aunque el baño está prohibido. Además de su riqueza ecológica, la zona esconde restos históricos como tumbas de la Edad del Bronce y la lápida del bandolero Gabriel Moreno, cuyo tesoro, según la leyenda, sigue oculto en la sierra.

Río de la Miel: un recorrido entre historia y cascadas

Nacido en el barrio algecireño de El Cobre, el sendero del río de la Miel sigue un curso de aguas cristalinas que los musulmanes bautizaron por su dulzura o su tonalidad dorada. La ruta pasa junto al Molino de Escalona (el único que sigue en funcionamiento) y un puente de posible origen romano. Puntos como la Fuente de las Niñas, cuyas aguas son aptas para beber, o el Molino del Águila (siglo XVIII) jalonan el camino. El final del trayecto culmina en la Poza de la Chorrera, una cascada que forma una pequeña laguna turquesa, remanso perfecto para cerrar una jornada de senderismo.

Sobre el autor

Captura de pantalla 2023 12 14 a las 10.10.43

Francisco J. Jiménez

Ver biografía

Lo más leído