El comité de empresa de Navantia Puerto Real ha denunciado el abandono de las instalaciones del astillero, tanto en inversiones como en mantenimiento. La situación alcanzó un punto crítico tras difundirse el estado insalubre de los vestuarios de la industria auxiliar, un problema que los trabajadores llevan tiempo reclamando sin respuesta
Según el comité, la dirección de la empresa está al tanto de estas quejas, pero no ha adoptado medidas. La gravedad aumenta porque todas las inversiones y presupuestos de mantenimiento han sido paralizados por decisión de Javier Herrador, máximo responsable de Seanergies, la matriz de Navantia.
Hace dos semanas, los representantes de los trabajadores solicitaron una reunión urgente con los directores del centro, copiando al presidente de Navantia, Ricardo Domínguez. Exigían información sobre el plan de inversiones y explicaciones por la suspensión de obras clave, como los rieles de grúas, frenos de tormenta y los vestuarios auxiliares.

Hasta ahora, la dirección no ha dado ninguna explicación a los trabajadores sobre la paralización de los proyectos, lo que ha generado malestar y preocupación por el deterioro progresivo de las instalaciones.
Tras una visita de la comisión de industria del Congreso de los Diputados, el comité pidió su intervención para evitar que el astillero sufra una "reconversión" dentro de la estrategia de transformación de Navantia. Además, denunciaron el abandono sistemático de unas instalaciones que consideran estratégicas.
Importancia del astillero
El astillero de Puerto Real sigue siendo clave por su capacidad industrial y su ubicación geográfica. Los trabajadores insisten en que su deterioro no solo perjudica la productividad, sino que supone una "grave irresponsabilidad" por parte de los gestores de la compañía pública.
El comité alerta de que la falta de mantenimiento pone en peligro la seguridad de los empleados, citando problemas como el techo del taller mecánico o las grúas, cuya reparación ha quedado en suspenso. Los representantes sindicales acusan a la dirección de Navantia de incapacidad para mantener y aprovechar las instalaciones, lo que, según ellos, refleja un desinterés por el futuro del astillero y su plantilla.
El comité insiste en la urgencia de actuar para revertir el deterioro y garantizar condiciones laborales dignas. La presión sigue creciendo ante la posibilidad de que el conflicto escalé sin una respuesta institucional clara.