El 31 de mayo de 2022 comenzó la lenta agonía del ficus centenario del barrio de Triana de Sevilla. Fue entonces cuando la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento dio permiso a la parroquia de San Jacinto para talar el ficus.
Los partidos políticos presentes, excepto Podemos, votaron 'sí' a dicha decisión, mientras que el procedimiento quedó a expensas de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, dependiente de la Junta de Andalucía, ya que se trataba de un árbol BIC (Bien de Interés Cultural). Pero, ¿por qué se quiso realizar su tala?
Un informe elaborado a partir de los dominicios decía que iba a tener "riesgo para las personas en una zona de gran tránsito peatonal", advirtiendo de riesgos para los edificios cercanos. Si bien es cierto que algunas ramas habían provocado daños en algunos viandantes, las alternativas planteadas sobre la mesa no convencieron a la parroquia, que quería talarlo.
Así, ecologistas y activistas se pronunciaron en su contra, diciendo que dicho informe no era técnico. Así se constituyó la asociación 'Salvar el ficus', quien precisamente decía que los problemas del árbol fueron provocados por las podas drásticas, habiendo alternativas de cara al futuro para mejorar su estado. La tala se paralizó el 17 de agosto de dicho año por el juzgado Contencioso-Administrativo 9 de Sevilla por "circunstancias de especial urgencia".
Sin embargo, el ficus nunca se recuperó pese a los intentos del Ayuntamiento. El consistorio se ha gastado más de 13.000 euros en intentar devolverle la vida, pero la necrosis junto a las grietas y hongos que sufren son irremediables según los técnicos.

Según adelanta en exclusiva El País, ya no hay solución para el ficus, ya que está "muerto al 99%". "No hay solución" aseguran fuentes de la delegación de Parques y Jardines.
¿Conservarlo incluso muerto?
El colectivo en defensa del ficus de San Jacinto realizó el pasado martes una concentración a los pies del árbol, poco después de que se haya cumplido el segundo aniversario de su intento de tala. Apuntan que, pese a la situación de necrosis que afecta a este árbol, "aún tiene una pequeña parte superviviente", pese a los informes técnicos que se han adelantado este día.
Así, afirman que "su leve hilo de vida podría servir para regenerarlo, para lo que se necesitaría medios y tiempo" y piden, en cualquier caso, conservarlo como icono local. "Lo queremos allí vivo o muerto", señaló uno de los activistas de la plataforma, Javier Ros, en declaraciones a Europa Press.
Según los activistas, el ficus de San Jacinto "agoniza bajo la responsabilidad del Ayuntamiento", motivo por el que han convocado la protesta. Desde el colectivo se preguntan si existe "voluntad política" para salvar a este emblemático ejemplar, y afirman que "ningún vecino ha visto nunca a los empleados municipales regándolo ni una sola vez".
La plataforma defiende que, tras el intento de tala de 2022, que "lo convirtió en un icono a nivel local, nacional e internacional", lo que queda del ficus "debe quedarse donde está".