La compañía Amazon ha notificado al presidente del comité de empresa de la compañía en la planta de Dos Hermanas, Luis Miguel Manzano, la apertura de un expediente, que por sus características podría desembocar en despido. Todo se debe a una acusación por parte de otro miembro del comité de empresa, que notificó a Amazon que había sufrido una agresión por parte de Manzano.
En concreto, los hechos se remontan a las concentraciones de esta semana, en el calendario de huelga indefinida que cada cierto tiempo se traduce en paros de las instalaciones. Unas protestas que tienen como causa la petición de la plantilla de que se repercuta en sus nóminas el aumento salarial pactado para el sector en el convenio aprobado el pasado verano.
En esas protestas, un miembro del comité en Amazon por parte del sindicato Fetico habría mantenido una discusión con Manzano. Según el presidente del comité, "fue fuera del recinto y en horario de huelga". Esa protesta, según Manzano, no fue a más y no fue más que un desencuentro. "Tuvimos una discusión verbal. Pero después le comunica a la empresa que ha sufrido una agresión, que le he pegado un cabezazo, y eso no es verdad".
"Me han comunicado que abren un expediente y que sería una falta muy grave. Podemos esperar cualquier cosa", asegura el presidente del comité. "Entiendo que esto está orquestado entre Fetico y la empresa", asegura Manzano, que pide "que presente un parte de lesiones".
Por el momento, no se ha cerrado ese expediente con las conclusiones y desde Amazon informan escuetamente a lavozdelsur.es que "estamos investigando lo sucedido".
El secretario de Fetico en Andalucía, Ignacio Granado, explica a este periódico que su representante en el comité "David Velázquez acudió a hablar con el presidente" durante esa jornada de protestas. "Porque la huelga no está teniendo seguimiento y entendemos que hay otros caminos. No nos oponemos a la huelga, pero era un 'embolao'" y consideran que no ha salido bien. "El problema de fondo es que este convenio es provincial y no nacional, algo que es responsabilidad de los sindicatos mayoritarios y tendrían que haber cambiado eso. Por esa razón se producen tantas diferencias entre el salario de un trabajador entre Sevilla y Murcia".
Respecto al incidente, Granado señala que "desde esa discrepancia, le dijimos que la huelga no está teniendo el impacto que nosotros creemos que debe tener y por qué no nos planteamos llevar todo a cabo de otra forma. Puedes tener criterios diferentes, pero no puedes acabar la discusión con un cabezazo", asegura Granado. "Eso es un delito de odio, hay cámaras de videovigilancia, un miembro de seguridad de la empresa que fue testigo, y hay un parte de lesiones".
Por el momento, Granado no ha indicado si este miembro de Fetico emprenderá acciones legales contra el presidente del comité, pero preguntado si cree que ese presunto cabezazo debería desembocar en despido, consideran que sí, "porque una empresa no puede permitir estas actitudes de la persona que es el interlocutor de los trabajadores".
"Esto no tiene ni pies ni cabeza", asegura Manzano. Desde el sindicato CCOO informan también a lavozdelsur que los miembros de su colectivo presentes en la huelga fueron testigos de la discusión entre Manzano y el sindicalista de Fetico, y que "nunca hubo agresión". "Fue un cara a cara", explican estas fuentes. Al respecto de que los hechos se produjeran fuera del recinto y en horas sindicales, Granado indica que "no exime" al presidente del comité, "porque realmente haces una actividad laboral con el nombre de Amazon detrás".
La legislación laboral protege a los representantes de los trabajadores, ya que solo puede producirse el despido ante faltas graves o muy graves recogidas en expediente disciplinario contradictorio. La razón es que el Estatuto de los Trabajadores impide que un sindicalista sea despedido por motivos relacionados con su protesta.
Para proceder finalmente con el despido, deberá ser oído el interesado, que aún no ha sido convocado a dar su versión, y el propio comité de empresa. Pero, al ser investigada esta presunta agresión como falta "muy grave", el temor a que las consecuencias sean ese despido disciplinario.