El día después de ser alcalde
Antonio Muñoz (La Rinconada, 1959) confiesa que duerme mejor desde hace seis meses, desde que cedió el bastón de mando del Ayuntamiento de Sevilla a José Luis Sanz. "Ya no te vas a la cama con la misma preocupación por si se rompe una tubería o hay un tiroteo. Eso lo noto. No es que no te importe, es que al menos se gana en tiempo con la pareja, la familia y los amigos". Muñoz venía de una larga trayectoria en el mundo municipal, siempre importante en los gobiernos socialistas, pero como segundo, hasta que Juan Espadas dejó el gobierno municipal para dar el salto a la política autonómica. Entonces, tuvo año y medio como regidor en el que, reconoce, quizás le faltó tiempo. Y que si hubiera empezado antes a gobernar, le habrían reconocido más. "Seis meses más habrían jugado a mi favor, pero bueno, ese debate no lleva a ningún sitio".
Para mí fue un resultado inesperado por lo que percibía en la calle, en reuniones en barrios y con colectivos de diferentes niveles socioeconómico. Era optimista. Pero bueno, no fue así. He tenido un periodo de asimilar, porque soy una persona, tengo sentimientos, y no puedo pasar página de la noche a la mañana respecto a algo trascendental en mi vida política. Estoy recuperado anímicamente, me encuentro con muchísima fuerza y solidez para desarrollar estos cuatro años de oposición e intentar convencer cuando toque.
Mi primera reflexión es cuestionarte a ti mismo, el trabajo que has desarrollado. El reproche o cabreo sería con uno mismo. Pero no puedo sinceramente pensar así, mentiría y sería injusto. Tuve poco tiempo para darme a conocer, porque como teniente de alcalde desarrollé una agenda frenética, pero no en todas partes. Me faltó materializar políticas y resolver problemas. Pero no me cabe la menor duda, en Sevilla se votó en clave nacional, como en la mayoría de grandes ciudades. Buena parte de la derrota electoral hay que buscarla en eso. Nunca hay una sola causa explicativa. No eludo mi responsabilidad, hubo temas críticos, como la limpieza, que jugaron en mi contra, porque fueron un tema recurrente, una lluvia fina que caló. Algunos medios se encargaron de convertirlo en el gran problema de la ciudad, cuando tampoco era así, con independencia de que se podía mejorar. Y no hay que olvidar que a la izquierda del PSOE concurrieron divididos. 13.000 votos se fueron a la basura. Se da la circunstancia de que la persona que encabezaba esa lista es hoy asesora del señor Sanz. En definitiva, pesó la vertiente nacional, hubo cosas que pudieron ser mejorables en mi gestión y si la izquierda hubiera estado unida, el resultado habría sido otro.
"La ciudad se le ha ido de las manos al señor Sanz en solo seis meses"
Los plenos del Ayuntamiento de Sevilla son un buen termómetro para ver posicionamientos políticos. El PP se caracteriza por dos cosas. Primero, reprocharnos a nosotros en lugar de responder sobre el futuro de Sevilla. La responsabilidad desde junio es del PP. Y la segunda es reprochar todo lo que haga una administración del Partido Socialista, con mociones en el pleno sobre el Gobierno central.
Mi conclusión es que la ciudad se le ha ido de las manos al señor Sanz. Yo esperaba que tardara más en ocurrir, que mantuviera la inercia de crecimiento por los proyectos que tenía la ciudad. Se toman decisiones con una obsesión enfermiza por deshacer lo que venía funcionando. Es algo infantil, no tiene sentido. Le puedo hablar de la prolongación del paseo de Torneo. Todo lo que ocurre en Cultura es inexplicable. El sector cultural está desconcertado porque cada día temen que la próxima noticia les toque a ellos. Hay un desmantelamiento de la cultura porque, como se les ha escapado, piensan que está cargada de ideología. No se explica la renuncia al premio literario de Almudena Grandes, o la herida de muerte del Festival de Cine. El cierre del Lope de Vega, la programación del Veraneo en la City, que llevaba flamenco o circo a los barrios... No se entienden las declaraciones del señor Sanz sobre la Agencia Especial Española, que era un logro del anterior mandato. O los anuncios sobre el PGOU, si se va a cambiar o no. Sobre Tablada, dijo que habría unidades residenciales y luego rectificó. Lo de incitar a beber en la calle para luego sacar esta ordenanza. Y demuestra que desconoce la norma en torno a pisos turísticos, porque dijo que no daría más licencias y cada semana las concede la Gerencia de Urbanismo. O la falta de previsión en el alumbrado navideño, la falta de medios para gestionar la masa de gente... El elemento común denominador es que Sevilla le viene grande y no tiene modelo para gestionar la ciudad, se le ha ido de las manos. Va tomando decisiones y rectificando casi al mismo tiempo.
Somos un partido de gobierno, aspiramos a gobernar la ciudad, y en cuestiones relevantes, como son los impuestos, analizamos con seriedad y rigor. El modelo fiscal que puso sobre la mesa el gobierno no es el que habríamos aprobado. Hicimos 20 propuestas que implicaban que cuanto más dinero estuviera en manos de empresas y ciudadanos, mejor, debido a la incertidumbre económica. Se aprobaron 15, lo que supone 4 millones menos para las arcas municipales. La justificación fue esa, fruto de negociación. Un presupuesto son palabras mayores. No es una enmienda concreta de poner medio millón más en una partida o medio millón menos, porque esconde un modelo de ciudad. Estamos analizando el presupuesto, fijaremos la posición cuando toque, pero está claro que hay un desmantelamiento de la agenda de la ciudad. Se abandonan proyectos de transformación social. La Factoría Cultural lleva seis meses cerrada en el Polígono Sur. Las asociaciones de mujeres están relegadas a una delegación mezclada con asuntos sociales, con bienestar, con familia, y se está devaluando la importancia de las políticas de igualdad. El alcalde va contra la tendencia de grandes ciudades europeas en cambio climático, que implica ser cada vez más restrictivos con el tráfico. La memoria democrática ha desaparecido del organigrama municipal. Por tanto, no hablamos de enmiendas, hablamos de la apuesta de ciudad, y la que vislumbramos no nos gusta.
"Pensar que los presupuestos valen para Vox y para Podemos es un brindis al sol del alcalde"
A mí no me gustaría, pero también digo que Sanz no está necesitando a Vox para algunas decisiones en cultura, igualdad o memoria democrática que estamos viendo en otros municipios donde sí gobierna el PP con Vox. La decisión sobre el presupuesto despejará esa duda. Él habla de un gran pacto por Sevilla, intentando que le apoye desde Vox hasta Izquierda Unida y Podemos. Eso es una quimera, un brindis al sol, y el señor Sanz lo sabe. Los presupuestos están cargados de ideología y no pueden valer para Vox y para el Partido Socialista.
Tiene que mover ficha el gobierno, y sabremos si se inclina por Vox en políticas de igualdad o en el negacionismo sobre el cambio climático. Si se pliega a ellos, su socio será Vox. Ahora mismo estamos en el arranque de la negociación presupuestaria y en las próximas semanas se sabrá qué va a ocurrir.
Cuando nos reprocha cualquier cosa, lo hace a bombo y platillo. Cuando alguna iniciativa anterior y en positivo se inaugura, ni nos cita. El señor Sanz se ha encontrado en año electoral con unos presupuestos aprobados, algo que no era habitual, porque es el momento en que se magnifican las diferencias entre partidos. Si no hubiéramos aprobado el presupuesto de 2023, el arranque de mandato habría sido más dificultuoso. Pues ni eso agradece. Si se prorroga el presupuesto, demostrará la falta de negociación política. Nosotros en ocho años hemos sacado adelante presupuestos sin mayoría absoluta, con Ciudadanos, con IU, con Podemos y en algún momento con la abstención del PP. Tienen que mover ficha. Si se prorroga el de 2023, seguirá llevando la marca del gobierno socialista, y se pueden hacer modificaciones posteriores, ya veríamos cuáles.
Rotundamente, sí. La programación estaba elaborada, había un director seleccionado por convocatoria pública. Las cifras de público daban la razón a Carlos Forteza. Diversificó la programación para rejuvenecerla, atrayendo a un público joven en un teatro que era más clásico. La programación ha sido amputada sin que un informe rotundo dijera que el teatro había que cerrarlo. Claro que un edificio del 29 necesita intervenciones en verano, pero lo que hay es una intención de reorientar el Lope, para quitarle lo que según ellos es una programación ideológica.
Relanzamos la ciudad gracias a eventos como la MTV, la Guía Michelin, los Grammy, los Goya o cumbres internacionales, como cuando estuvo aquí Obama. Realizamos un trabajo planificado, son datos evidentes, que se ven en conexiones internacionales del aeropuerto que nunca había tenido. La apuesta de los próximos años debe ser el segmento de cuatro y cinco estrellas, porque es el que más gasta en el destino. En paralelo a los eventos, debe haber suficientes posibilidades para atender la demanda de un crecimiento exponencial de viviendas turísticas. La Junta está tramitando una reforma. Nosotros modificamos el PGOU, que fue, por así decirlo, una limitación. Pero necesitamos esa norma superior. Yo visité apartamentos turísticos, que es diferente a los pisos turísticos. Estos apartamentos están en bloques íntegramente dedicados a turismo, que es lo más equivalente a un hotel. El impacto sobre la ciudad es menor que en el caso de pisos turísticos en bloques de viviendas junto a vecinos, que son los que provocan molestias y un incremento de los alquileres, el que termina expulsando a la gente de alquiler de toda la vida. Causa incluso problemas de convivencia, porque el ritmo de un turista es diferente al del vecino que vive allí todo el año.
"Al gobernar no se debe ir solo con las luces cortas y pensar en lo cotidiano"
El alcalde dijo en campaña que la ciudad estaría más limpia en tres meses, pero es que está más sucia actualmente. No lo digo yo, me hago eco de los vecinos. La única decisión importante que ha tomado es el aumento del sueldo del gerente, que son 150.000 euros brutos anuales. Y la ciudad no está más limpia.
Cuando tienes responsabilidad de gobierno, te tienes que ocupar de problemas cotidianos, que la ciudad funcione, que la ciudad esté limpia, que se poden los árboles, que funcione la seguridad. Pero en una ciudad como Sevilla no puedes ir solamente con las luces cortas, porque es necesario también apuntar hacia dónde vas. Un ejemplo es cultura, o la lucha contra el cambio climático, o la transformación digital, o preocuparte por que haya más empresarios y más emprendedores. Eso es política de largo alcance. El modelo de ciudad no es que la ciudad esté más limpia, porque eso es un debate muy pobre.
Claro que caló. En campaña parecía el monotema. Claro que debe estar más limpia, pero si el único reto de Sevilla para el siglo XXI era la limpieza, ese no es el gran debate de la ciudad.
La restricción al coche privado se aplica hasta en ciudades menores que Sevilla. En Europa lo hacen izquierda y derecha, sin hacer bandera política. En Sevilla es un tema partidista, y eso es un error. Como cuando alguien dijo que la Tierra era redonda, al final esas políticas de restricción llegarán. Recordemos cómo estaba la avenida de la Constitución y la plaza Nueva, cómo se hizo la restricción del tráfico. ¿Y qué ha ocurrido? Que hemos ganado en salud, en espacio para el peatón y en medio ambiente.
Sí, porque gobernar es tomar decisiones. Es una frase hecha, pero es verdad. Hay que pensar en el interés general, en el futuro, a pesar de que en el corto plazo exista un peaje que algunos no estén dispuestos a asumir y miren para otro lado. Yo, desde luego, al igual que Monteseirín, que fue valiente en ese sentido, habría sido un alcalde valiente también con esas medidas, porque además muchos ciudadanos te las piden. Hay una consciencia ambiental creciente que no es diferente a Oslo o Marsella, que piden una ciudad más humana.
"Hablo con frecuencia con Espadas. Su objetivo es 2026"
Me cuesta responder. Ha habido grandes alcaldes de Sevilla. Manuel del Valle preparó la ciudad para la Expo, exprimió el zumo que otro alcalde se tomó. Sánchez Monteseirín ha sido un alcalde más valorado con el paso del tiempo, con una transformación evidente, no solo en movilidad, sino con inversión en los barrios. Juan Espadas ha sido un buen alcalde, aunque no podamos identificar una obra concreta asociada a su mandato. Fue un buen alcalde sin mayoría absoluta, le dio estabilidad al Ayuntamiento. Mucha gente pensaba que teníamos mayoría absoluta.
Sí, hablo con frecuencia, está muy centrado en su objetivo, las elecciones de 2026 para gobernar la Junta. Comentamos muchas circunstancias, el deterioro de la sanidad y la educación. Hablas con la gente y parece que al señor Moreno Bonilla es difícil hacerle un rasguño en su gestión. Hoy hemos conocido que Doñana ha perdido un certificado de calidad por culpa de su gestión. Y de la educación no podemos culpar a Pedro Sánchez. El empeño de Juan Espadas es dar a conocer ese deterioro de la vida pública, porque no vale esconderse en la política nacional para tapar las grietas a nivel andaluz.