"Hoy, Día Mundial del Teatro, vamos camino de dos años y las explicaciones del consistorio son un sinsentido". Así ha protestado el sector cultural por el cierre del Teatro Lope de Vega, templo sevillano de la dramaturgia, la música o la danza, que desde 2023 está inoperativo.
En su momento, fue una de las primeras medidas del gobierno de José Luis Sanz a su llegada. La explicación, el mal estado del recinto, de las butacas... Habló de problemas de seguridad y de herencia recibida. Pero cuando se acerca el ecuador del mandato, no solo no está abierto de nuevo, sino que las reformas no han comenzado.


La delegada de Cultura, Angie Moreno, ha dado fecha justo este jueves, día en que insignes del sector cultural han acudido a las puertas para pedir por una repertura. Horas antes de esta manifestación, la titular del área ha prometido que estará en funcionamiento para la próxima Bienal. Más de dos millones se dedicarán, y 1,7 ya están en trámite o ejecución, dice el Ayuntamiento.
Pero lo cierto es que serán tres años en los que Sevilla ha perdido a uno de sus centros referentes de la cultura. En una ciudad donde lo cultural está vivo, muchísimo, una de esas ciudades donde el área no es menor. De hecho, del descontento generalizado del sector acabó el pasado verano retirando las competencias José Luis Sanz a la delegada Minerva Salas. Cabeza de turco o responsable real, lo cierto es que su primer año fue convulso, con el amago de suspensión del Festival de Cine Europeo o los cambios en el ICAS. El Lope de Vega no fue tampoco correspondido por áreas como Hacienda para sacar adelante las enmiendas necesarias para afrontar con urgencia las obras prometidas.
Tierra baldía
Un manifiesto por la reapertura leído por profesionales como Ana Ruis, Isa Ramírez, Manolo Monteagudo o Juanfran Juárez señalaba los males: "Este teatro es como una gran casa que puede resplandecer. Pero si dejamos que se desmorone, quedará un campo parecido a la ‘tierra baldía".

Tras una actuación de Viento Sur y de la Escuela de Danza, el sector también recela del Ayuntamiento. "Con esta bajada de telón, el Ayuntamiento se ahorra el presupuesto que cubre la programación anual de 875.000 euros, más el sueldo de una dirección. ¿Qué está pasando con ese presupuesto?".
El conservatorio de danza, de competencia autonómica, lleva "años cayéndose a pedazos". Además, Calatrava tiene un futuro incierto, cedido parcialmente al Ateneo para la Cabalgata de Reyes, algo que estaba fuera de lo previsto. "El compromiso del Ayuntamiento era que Calatrava fuera un espacio de creación escénica interconectado con el Teatro de la Alameda. Tres meses después ese compromiso se rompió".


Una ciudad, Sevilla, donde han brillado históricamente compañías que han crecido gracias a su buen hacer, pero, y eso es indudable, también gracias a apoyos institucionales que fueron consolidando la oferta y puestos de trabajo. Hoy ese sector flaquea mientras "impera el silencio".
"No queremos que esto se alargue eternamente", sentenciaban en el manifiesto. Ahora se escenifica una nueva fecha de apertura. Habrá que ver si no es una impostura.